Para los productores agrícolas, el uso de biotecnología de precisión en Guatemala necesita de un comité especializado para que las decisiones de las autoridades se basen en evidencia técnica y científica, y no influyan intereses políticos o ideológicos.
Guatemala ya cuenta con reglamentación en el tema, pues el 1 de octubre de 2019 entró en vigencia el marco regulador que fue firmado por el Ministerio de Economía con sus homólogos de El Salvador y Honduras.
Desde el 1 de octubre rige en Guatemala el Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismos Vivos Modificados, el cual permitirá la importación, comercialización y siembra de semillas modificadas conocidas como transgénicas, para consumo humano y animal.
Hasta ahora en Guatemala sólo se podían importar alimentos que fueran producto de cultivos con semillas modificadas. Con la entrada en vigencia del reglamento, se autorizará el ingreso de semillas transgénicas con fines de comercialización y siembra.
Como un crimen contra la humanidad señalan 109 ganadores de premios Nobel la postura de Greenpeace contra la producción de alimentos genéticamente modificados.
El grupo de galardonados con el Nobel en distintas disciplinas, refiere a la necesidad de producir alimentos para alimentar la creciente población mundial, señalando como criminal la oposición frontal de la asociación ecologista Greenpeace a la práctica de la agricultura de precisión.
Las empresas que exportan alimentos al país sudamericano deberán incluir una etiqueta especial para identificar aquellos productos que contengan o deriven de transgénicos.
El reglamento del decreto firmado en 2015 establece que hay tiempo hasta 2018 para ir incorporando, de forma progresiva, la nueva etiqueta amarilla que indique si el producto alimenticio contiene algún ingrediente que haya sido genéticamente modificado (OMG).
Tras dos décadas de investigaciones, un informe elaborado por 20 de los mejores científicos de EE.UU. concluye que los cultivos transgénicos son inocuos para la salud y el medio ambiente.
La mayor investigación realizada sobre el impacto de los organismos genéticamente modificados (OGM) que ha hecho la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos derriba mitos promovidos por organizaciones ambientales al concluir que este tipo de cultivos no se diferencian del resto y que no hay ni una sola prueba de que tengan un impacto negativo en la salud de las personas.
La utilización habitual de la biotecnología en el agro de los países competidores de El Salvador, deja en inferioridad competitiva a los productores salvadoreños, que no lo pueden hacer.
Las cámaras agrícolas de Centroamérica preparan una propuesta con proyectos de ley para que en los países del istmo no se restrinja el cultivo de alimentos transgénicos.
Los representantes de FECAGRO dijeron que el uso de la biotecnología agrícola permite obtener semillas mejoradas con tecnología que hacen posible la alta productividad, reducen el uso de agroquímicos, crean cultivos más resistentes a sequías que además, puedan ser irrigados con agua salina y son totalmente seguras para el consumo humano.
La Embajada de Estados Unidos solicita saber si el gobierno apoya una moratoria de hasta 15 años al cultivo de organismos genéticamente modificados.
En circunstancias en que el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica (MAG) toma medidas para-arancelarias para restringir importaciones que compiten con producción local, la Oficina del Representante Comercial de la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica, envió una carta al ministro de Comercio Exterior, expresando su preocupación por el tema, señalando específicamente al Ministro de Agricultura como impulsor de la moratoria.
La empresa productora y comercializadora de semillas genéticamente modificadas presentó al gobierno panameño una solicitud formal para comercializar sus productos en el país.
La Administración de Alimentos y Medicamentos evaluó dos variedades de manzanas y seis de papas diseñadas genéticamente y concluyó que son "tan seguros y nutritivos como sus contrapartes convencionales".
La Comisión de Asuntos Agropecuarios de la Asamblea Legislativa rechazó la iniciativa de ley que pretendía imponer una moratoria al cultivo de alimentos modificados genéticamente.
La falta de certezas y de consenso científico sobre los pregonados riesgos de la liberación y cultivo de organismos vivos modificados fueron las claves de la decisión.
Mientras el Congreso de Costa Rica se apresta a votar una moratoria de 4 años en el cultivo de transgénicos, aumenta la evidencia científica que demuestra que no implican riesgos para animales ni para humanos.
EDITORIAL
El artículo de Keilor Rojas publicado en Elfinancierocr.com reseña un estudio de genetistas de la Universidad de California-Davis que con "...
En EE.UU. un creciente número de agricultores está volviendo a sembrar con semillas no modificadas genéticamente, mientras caen los precios de los granos y crece la preferencia por los productos orgánicos.
Al cierre del 2014 se reportó un aumento de 15% en el consumo de alimentos no transgénicos como cereales, aderezos para ensaladas, huevos y otros, alcanzando ventas por $9.600 millones. Al analizar la tendencia de los consumidores, el sector agrícola estadounidense prevé que este año se experimentarán aumentos de hasta 45% en las ventas de semillas de maíz no transgénicas y de 8% en las de soya no modificada.
La ley era una de las condiciones en la negociación del CAFTA y otorgaba el derecho de propiedad intelectual de la creación de nuevas semillas a quienes lograran obtenerlas.
La Ley para la Proyección de Obtenciones Vegetales, conocida como "ley Monsanto", había sido aprobada el 3 de junio de 2014 y el Congreso de Guatemala decidió derogarla luego de la presión ejercida por varios sectores sociales.
Empresarios del sector agrícola proponen realizar proyectos piloto en determinadas zonas para valorar las implicaciones del uso de este tipo de cultivos.