Debido a que Panamá carece de las certificaciones exigidas por el país norteamericano, autoridades de ese país analizan la posibilidad de exportar a través de la certificación en un laboratorio de Honduras.
Según las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) las autoridades estadounidenses están de acuerdo en que Panamá certifique la calidad de la carne por medio de análisis de laboratorios hondureños.
Luego que entrara en vigencia el protocolo sanitario para vender carne a China y que se certificaran las plantas industriales en Costa Rica, las ventas del país centroamericano al gigante asiático se duplicaron entre 2018 y 2019.
Cifras de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer) precisan que en 2018 las ventas de carne bovina a China ascendieron a $22 millones, mientras que en 2019 se duplicaron al sumar $57 millones.
Con la aprobación de un decreto que declara la carne bovina y todos sus despojos comestibles como productos sensitivos, los importadores en el país no podrán optar por exoneraciones arancelarias.
El Consejo de Gabinete aprobó el decreto de gabinete No. 29 de 10 de diciembre de 2019, que declara como productos sensitivos para la economía nacional toda la carnebovina, sea fresca, refrigerada, congelada, salada, ahumada, o procesada, así como todos los despojos comestibles de bovino, ya sean frescos, refrigerados o congelados, informó el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
En los últimos quince años el hato en el país ha crecido 300%, y se reporta que en algunas cadenas de tiendas la demanda de carne y de otros productos derivados del búfalo, supera la oferta.
Entre 2004 y 2019 el número de búfalos se ha multiplicado considerablemente, al pasar de 3.000 a 12.000 cabezas, y según estimaciones de la Universidad Técnica Nacional (UTN), actualmente existen en el país unas 270 fincas productoras.
Empresarios del sector estiman que anualmente se exportan cerca de $9 millones en carne bovina, por debajo de los $10 millones reportados en importaciones.
La decisión del gobierno panameño de elevar de 3% a 30% el arancel a la carne importada de Nicaragua para que los productores locales pudieran competir, no ha mostrado hasta ahora resultados claros.
En septiembre de 2018 el gobierno panameño decidió imponer barreras a la entrada de carne bovina procedente de Nicaragua, al subir el arancel de importación desde 3% a 30%. Dicha acción no ha tenido los efectos esperados, pues los precios que se pagan a los productores locales no ha subido.
En Panamá se aprobó una ley que faculta a las autoridades a suspender temporalmente las importaciones de productos agropecuarios para consumo humano, cuando la producción local sea suficiente para satisfacer la demanda.
La Asamblea Legislativa aprobó el proyecto de Ley 680, que permitirá al Ministerio de Desarrollo suspender por un período de 12 meses las importaciones de productos agropecuarios.
La gremial de ganaderos reporta que el consumo per cápita interanual de carne de res deshuesada bajó desde 13,6 kilos a 13,3 kilos.
La Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan) asegura que la reducción, aunque leve, se debe a una caída en la producción local y al incremento en las importaciones, que habría generado un desequilibrio en el mercado local.
Para calmar los ánimos de los productores locales, el gobierno panameño anunció el inicio de una auditoría del proceso de importación de bienes agroalimentarios, para identificar a las empresas que estén ingresando productos sin cumplir con alguno de los requisitos exigidos.
Luego de que días atrás productores del país realizaran manifestaciones en contra del ingreso supuestamente desmedido de productos como lácteos y carne, el gobierno decidió conformar, junto a representantes del sector agropecuario, una mesa de diálogo para resolver parte de los problemas. Sin embargo, la negociación fue abandonada por los representantes de las gremiales.
Con recursos de la Unión Europea y el gobierno nicaragüense se financiará un programa enfocado en la transformación de la cadena de valor de la ganadería bovina y la implementación de un modelo de producción sostenible.
Las instituciones promotoras del programa informaron que "...
Representantes de la gremial anunciaron que el país recibirá el próximo mes de mayo el certificado de "riesgo insignificante", lo que permitirá llegar a nuevos mercados y exportar cortes de bovino con hueso.
Autoridades locales informaron que con relación a la enfermedad encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como “vaca loca”, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) otorgará al país el estatus de “riesgo insignificante”, la cual es necesaria para vender en el exterior cortes de carne de bovino con hueso.
En Costa Rica los productores de carne de búfalo, conejo y cordero comercializan sus productos a través de restaurantes y algunos supermercados, en respuesta al crecimiento en el consumo que se ha venido registrando en los últimos años.
La sofisticación del consumo, de la mano de una mayor diversificación en la oferta gastronómica de los restaurantes ha venido impulsando la demanda por carnes no tradicionales, como la carne de conejo, búfalo y cordero.
La gremial de exportadores de carne bovina reporta que desde finales de septiembre se han paralizado los pedidos desde el país sudamericano, cayendo prácticamente a cero.
Los empresarios del sector cárnico nicaragüense atribuyen la caída en las ventas de carne a Venezuela a la fuerte reducción que ha sufrido el volumen de intercambio que contempla el acuerdo petrolero entre el país sudamericano y los países del Alba.
Del 27 al 31 de agosto una delegación de empresas de la industria cárnica y pesquera del país asiático se reunirán con empresarios locales para establecer alianzas comerciales.
Las personas que componen el grupo que visitará el país representan a empresas de carne de res y de mariscos. Los empresarios visitarán mataderos y empresas locales del sector de su interés, con el objetivo de analizar la compra de productos y de realizar inversiones.