A pesar que el año pasado la economía guatemalteca se sumergió en una severa crisis económica que se generó por el brote de covid19, en diciembre de 2020 el Índice Mensual de Actividad Económica reportó una variación interanual de 5,3%.
A raíz de la pandemia, de marzo a agosto de 2020 se reportaron caídas considerables en la producción local, siendo mayo el mes en el que tocó fondo la actividad económica al mermar en 11%.
En enero el índice de confianza de la actividad económica del sector privado reportó una variación de 3% respecto al nivel registrado en diciembre de 2020.
El Panel estima que el Producto Interno Bruto Real registrará un crecimiento de 3,1% en 2021 y de 3,4% en 2022.
La ágil ejecución de programas de estímulo económico, el alza considerable de la deuda pública y la necesidad de acelerar el proceso de reactivación económica, son las luces, sombras y retos que se identifican a un año de la toma de posesión de Alejandro Giammattei como presidente de Guatemala.
El Banco Mundial mejoró a todas las economías centroamericanas las proyecciones de crecimiento económico para 2021, siendo Honduras, El Salvador y Panamá los países que tienen los pronósticos más prometedores.
En junio de 2020, cuando comenzaban a reportarse los efectos sanitarios y económicos de la pandemia que provocó el brote de covid19, el Banco Mundial pronosticó que en 2021 el Producto Interno Bruto de Nicaragua mermaría en -1,6%, pero en una publicación de enero de 2021 proyecta que la caída será de -0,9%.
A causa de la caída de la actividad económica y las restricciones impuestas para contener la propagación del covid19, empresarios de Costa Rica y Panamá pronostican que el proceso de recuperación económica no se completará en el futuro cercano.
En este escenario de crisis que generó el brote de covid19, la economía costarricense no da claras señales de recuperación, pues durante noviembre de 2020 el Índice Mensual de Actividad Económica reportó una caída interanual de 6,2%, merma similar a la reportada en octubre, cuando fue de 6,3%.
De julio a septiembre del año pasado el Producto Interno Bruto reportó una variación interanual de -2%, baja que se explica en gran medida por el comportamiento de las Actividades de alojamiento y servicios de comidas y Construcción.
La contracción de 31% en las actividades de Alojamiento y de servicios de comidas estuvo influenciada por las medidas establecidas por el Gobierno de la República para la contención de la propagación del Covid19, particularmente las relacionadas con el distanciamiento social y la restricción de la movilidad durante buena parte del trimestre, informó el Banco de Guatemala.
Durante noviembre de 2020 el Índice Mensual de Actividad Económica reportó una variación interanual de 2%, alza que refuerza el proceso de recuperación de la economía guatemalteca, que fue afectada severamente por la crisis sanitaria que provocó la propagación de la covid19.
A causa de la pandemia, de marzo a agosto de 2020 se reportaron caídas considerables en la producción local, siendo mayo el mes en el que tocó fondo la actividad económica al mermar en 11%.
Después de reportar en octubre una caída de 2% respecto al mes previo, en noviembre el Índice de Confianza de la Actividad Económica continuó a la baja, registrando una disminución de 6%.
El Panel pronostica un ritmo inflacionario de 4,91% para noviembre, de 4,75% para diciembre de 2020 y de 4,60% para enero de 2021, precisa el reporte del Banco de Guatemala.
Luego de tocar fondo en el segundo trimestre del año, el índice de actividad industrial de Guatemala revirtió su tendencia a partir de julio, y en setiembre de 2020 registró una caída de 6%.
Según análisis de Central American Business Intelligence (Cabi), debido a que la movilidad de las personas en el país no está totalmente reestablecida, hay algunos subsectores que aún se encuentra afectados.
Aunque las fiestas de fin de año son una amenaza para que en Centroamérica se registre una segunda ola de contagios de covid19, se prevé que no se decreten cierres totales pues en la actualidad hay opciones eficaces de control en materia de salud, y menos costosas para la economía.
Cuando en marzo de 2020 se reportaron los primeros casos de covid19 en la región, la mayoría de gobiernos decidieron paralizar gran parte de las actividades productivas y decretar cuarentenas domiciliares. Estas acciones enfocadas en contener el avance del virus provocaron una severa crisis económica en todos los países.
Luego de siete meses de reportar caídas en los niveles de producción, mermas que fueron causadas por la crisis generada por el brote de covid19, durante octubre el Índice Mensual de Actividad Económica registró una variación interanual de 1,3%.
La emergencia sanitaria provocó una severa crisis económica, que comenzó a evidenciarse en marzo, cuando el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) cayó 5% en términos interanuales.
Luego de tocar fondo en mayo de 2020 a causa del brote de covid19, registrando entonces una variación interanual de -11%, desde entonces el índice de actividad económica se ha venido recuperando rápidamente, reportando en setiembre una reducción de apenas 0,3%.
La merma de 0,3% en el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) estuvo influenciado por la caída registrada en las Actividades de alojamiento y de servicio de comidas, Construcción, Comercio y reparación de vehículos, Transporte y almacenamiento, así como, por el crecimiento observado en las Industrias manufactureras; Suministro de electricidad, agua y servicios de saneamiento, y, Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
Después de que en septiembre en Guatemala el Índice de Confianza de la Actividad Económica creciera 11% respecto a agosto, en octubre el indicador retrocedió al reportar una leve baja intermensual de 2%.
El Panel estima que el Producto Interno Bruto Real registrará una reducción de 2,5% en 2020 y un aumento de 2,8% en 2021. En comparación con la encuesta de septiembre, la previsión aumentó 0,1 puntos porcentuales para 2020 y permaneció sin cambios para 2021, destaca el informe del Banco de Guatemala (Banguat).
En el contexto crítico de este año, la resiliencia de las remesas y las exportaciones, sumado a la merma en los precios del petróleo, habrían blindado en cierta forma a la economía guatemalteca, cuyo PIB caería solo 2% al cierre de 2020.
Los programas de respuesta a Covid19 (Bono Familia, Fondo de Protección al Empleo, Fondo de Crédito para Capital de Trabajo), junto con la reestructuración temporal de préstamos por el sistema bancario, están ayudando a sostener los ingresos de los hogares y la liquidez de las empresas, informó el organismo multilateral, luego de realizar su última visita.
A partir de junio las economías centroamericanas comenzaron a dar señales de incipiente recuperación y al mes de agosto Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, registraban las menores caídas en sus niveles de actividad económica.
Desde marzo de este año la región ha enfrentado una severa crisis económica que se generó a raíz del brote de covid19.