Mientras que por lo menos siete centros de llamadas han cerrado sus operaciones, otros se inauguran al compás del traslado al país de las oficinas regionales de las multinacionales.
Sin embargo el saldo es negativo. A finales del 2009, la cantidad de personas empeladas en la industria de los Call Center en Panamá eran casi un millar menos que en su época de oro, tres años atrás.