La no recuperación de las instituciones hondureñas tras las recientes elecciones, pone en grave riesgo no sólo a ese país sino a toda la región.
Y el futuro próximo del país dependerá, en parte, de la forma en que se resuelvan las diferencias sobre el resultado electoral.
El artículo editorial de Nacion.com publica: “Con un trasfondo de debilidad institucional, expansión constante del narcotráfico, corruptela, maras, crimen violento y una tasa de 86 homicidios por 100.000 habitantes, la mayor del mundo, Honduras celebró comicios presidenciales el pasado 24 de noviembre”.
Según el Instituto de Estudios Estratégicos del Pentágono el narcotráfico está tomando el control de su territorio, e infiltrándose en el sistema político.
El estadounidense Hal Brands, en su informe "Crimen, Violencia y Crisis en Guatemala", describe como crítica la situación en Guatemala, resaltando la debilidad del Estado y la fragmentación de la sociedad como los principales factores que afectan su capacidad para hacer frente a los pandilleros y organizaciones dedicadas al transporte y comercio de droga.
Seleccionado como fiscal general de Guatemala por los decanos de 9 escuelas de leyes y el jefe de la Suprema Corte, Conrado Reyes fue removido del cargo 17 días después de asumirlo.
El artículo de Tim Johnson en el Miami Herald describe como el país estuvo "al borde de caer en control del narcotráfico" y resalta lo frágil de la democracia guatemalteca.
La guerra abierta desatada en Jamaica para impedir la detención de un capo narcotraficante, es ejemplo de lo que sucederá pronto en América Central.
Un artículo de Joaquín Villalobos en Elpais.com de Madrid, señala a Honduras, El Salvador y Guatemala como los países del istmo más complicados por la instalación de los narcotraficantes en sus territorios, con su secuela de violencia y corrupción, señalando un destino de "estados fallidos" para esas naciones.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., Guatemala, México y otras naciones latinoamericanas son o están próximos a ser, Estados fallidos.
Carlos Alberto Montaner, en artículo publicado en Elperiodico.com.gt, señala: "¿Cuándo un Estado se convierte en “fallido”? No se trata del nivel de pobreza, educación o sanidad, sino cuando se envilecen las instituciones de derecho."