Moody's mantuvo en B3 la calificación de emisor a largo plazo y senior no garantizado del Gobierno salvadoreño, pero decidió cambiar la perspectiva a negativa, degradación que evidencia las preocupaciones persistentes sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
La perspectiva negativa captura los riesgos crediticios asociados con los riesgos de implementación de sus próximos esfuerzos de ajuste fiscal, los altos riesgos de liquidez impulsados por las grandes necesidades brutas de financiamiento en 2021-23 y las preocupaciones persistentes sobre la sostenibilidad de la deuda a pesar de un ajuste fiscal esperado, explicó la calificadora de riesgo.
Argumentando que la pandemia ha tenido un efecto negativo en la economía local y las finanzas públicas panameñas, Fitch Ratings revisó a la baja la calificación soberana del país desde BBB a BBB-.
En cuanto a las proyecciones para el 2021, la calificadora espera que Panamá experimente una recuperación económica con un crecimiento real de 9.2%, impulsado por la apertura económica, los proyectos de inversión pública como la construcción de la Línea 3 del Metro, las exportaciones de la mina de cobre, la recuperación del consumo interno. Esta tendencia al crecimiento espera se mantenga para el 2022, informó el Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá (MEF).
Argumentando que debido a la pandemia los ingresos corrientes del Gobierno General han disminuido de forma importante, la calificadora Standard and Poor’s bajó la calificación soberana de Panamá de BBB+ a BBB.
El aumento en el pago total de los intereses de la deuda como proporción de los ingresos corrientes del Gobierno General, es otro de los factores que la calificadora de riesgo tomó en cuenta para rebajar la nota de Panamá.
Aunque Moody's decidió mantener en Ba1 la calificación de riesgo crediticio del país, la perspectiva fue degradada de estable a negativa, debido a que se han deteriorado las métricas de la deuda a causa de la pandemia generada por el covid19.
El equilibrio entre el historial de conservadores de gestión y resistencia a los shocks internos y externos, fueron algunos de los factores que la agencia calificadora tomó en cuenta para mantener la en Ba1 la nota de riesgo.
Argumentando que no existe una consolidación fiscal significativa y una recuperación económica sostenida, la calificadora de riesgo decidió degradar de estable a negativa, la perspectiva de la calificación del gobierno como emisor a largo plazo.
Aunque la perspectiva fue modificada, Moody's decidió mantener en Baa1 la calificación de emisor a largo plazo y deuda senior no garantizada.
Argumentando que tiene un largo historial de políticas monetarias y fiscales conservadoras, así como una demostrada resiliencia económica a choques internos y externos, la agencia decidió mantener en Ba1 con perspectiva estable la calificación de riesgo crediticio.
Moody’s indicó que el nivel de deuda pública se incrementará en 2020 como resultado de la pandemia producida por el covid19. No obstante, la perspectiva estable de la calificación refleja la expectativa de Moody's de que el gobierno logrará limitar el impacto del incremento de la deuda pública y que continuará comprometido con el establecimiento de políticas fiscales y monetarias prudentes, lo que contribuirá a que la economía del país se recupere en 2021, informó el Banco de Guatemala (Banguat).
Standard & Poor´s redujo la calificación de la deuda externa de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que existe incertidumbre debido a la laxitud con que la administración Alvarado está implementando la política fiscal en el país.
La perspectiva negativa en la nueva nota de riesgo, anticipa que existe la posibilidad de que en los próximos 12 meses se degrade nuevamente la calificación, si las autoridades adoptan políticas que dañe el perfil financiero del país.
La calificadora decidió mantener en B2 la nota de emisor de largo plazo, pero cambió de estable a negativa la perspectiva de riesgo, argumentando que existen mayores riesgos para el financiamiento del país derivado del aumento en los requisitos para el endeudamiento.
La afirmación de la calificación B2 de Costa Rica tiene en cuenta los niveles de riqueza del soberano por encima de sus pares y su economía dinámica. Costa Rica también se beneficia de indicadores de gobernanza institucional comparativamente fuertes, informó Moody's.
La agencia decidió rebajar la nota de largo plazo de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que el país enfrenta un escenario de mayor estrés fiscal debido a la crisis sanitaria.
La degradación de la nota de incumplimiento de emisor a largo plazo, se debe a que la crisis sanitaria que deriva del brote de covid19, llegó en un momento en que el espacio fiscal de Costa Rica es limitado y se estrecha rápidamente, informó el 8 de mayo Fitch Ratings.
Argumentando que el gobierno cuenta con acceso a distintas fuentes de financiamiento, la agencia decidió mantener en BB-/B con perspectiva estable, la calificación para el crédito soberano a largo y corto plazo.
Para Standard & Poor's el impacto de la pandemia ocasionada por la propagación del covid19 y la recesión mundial, provocará en Honduras una contracción económica en 2020 y un mayor déficit fiscal.
La agencia calificadora explicó que el deterioro de las finanzas públicas generado por la pandemia, es la causa del cambio de estable a negativa, en la perspectiva de calificación de riesgo de la deuda.
La Perspectiva de Calificación Negativa refleja el deterioro en las métricas de sostenibilidad de la deuda como resultado de la ampliación del déficit fiscal y la contracción económica, así como las restricciones financieras derivadas de una mayor dependencia de la deuda a corto plazo, un alcance limitado para financiamiento adicional del mercado local y un acceso incierto al exterior financiación del mercado dados los altos costos de los préstamos. Sin embargo, la financiación multilateral puede ayudar a aliviar las limitaciones de endeudamiento este año, informó Fitch Ratings.
Argumentando que en el país se ejecutan respuestas rápidas ante el brote de covid19, Standard & Poor’s decidió mantener la nota del país en BBB+.
S&P anticipa una recuperación de la economía panameña partir del año 2021, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,2%, impulsado por el consumo privado, la inversión y las exportaciones. Contempla además que, la finalización de grandes proyectos de infraestructura mantendrá el impulso del crecimiento económico en los próximos años, informó el Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá (MEF).
La agencia confirmó la confirmó las calificaciones de riesgo soberano de el país en "B-/B" con perspectiva estable, argumentando que el gobierno tiene suficiente capacidad para renovar su deuda a corto plazo.
Standard & Poors Global Ratings reconoce en su informe como positivo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros acreedores oficiales proporcionen liquidez a la economía, lo que limita el riesgo de "rollover" de la deuda soberana en los próximos 12 a 18 meses a medida que la economía se contraiga debido al impacto de la pandemia covid-19, informó el Ministerio de Hacienda.
La agencia confirmó la calificación de grado de inversión del país en Baa1 con perspectiva estable, argumentando que en el contexto de la emergencia sanitaria el desempeño de su economía será mejor en comparación que el de sus pares.
Panamá tiene a su favor la trayectoria de crecimiento económico sostenido con altos niveles de inversión y el papel que tiene para el comercio mundial el Canal interoceánico, informó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Argumentando que se pronostica un menor crecimiento económico y un mayor déficit fiscal por los efectos del covid19, la agencia decidió modificar de BB a BB- la nota de riesgo del país.
La situación de la carga tributaria en el país, es otro de los factores que incidieron en la decisión de Fitch, la cual fue comunicada al Banco de Guatemala mediante el boletín preliminar que la agencia le hizo llegar a las autoridades.