Debido a que en Costa Rica se estima que la ocupación hotelera promedio cerrará 2020 en 52%, muy por debajo del 95% registrado a fin de 2019, empresarios del sector prevén que en este contexto de crisis el próximo año no habrá temporadas altas.
El sector turístico es uno de los más golpeados por la crisis económica que generó el brote de covid19, pues las restricciones a la movilidad, el cierre de las terminales aéreas y el temor de los turistas por contagiarse, han influido en la drástica caída de la actividad turística.
Debido a que en la Asamblea de Costa Rica se discute un proyecto que busca darle la potestad a las municipalidades, para declarar en su jurisdicción una Ley Seca por la emergencia nacional, los hoteles, restaurantes y establecimientos turísticos piden ser exceptuados de la norma.
El Plenario Legislativo aprobó en primer debate el expediente 21.281 Ley para restringir la comercialización de bebidas con contenido alcohólico en actividades y espectáculos deportivos, esto luego de que la iniciativa tuviera que ser retrotraída a primer debate para enmendar algunos detalles que los diputados consideraban necesario, informó la Asamblea el 16 de julio.
Atraer a ejecutivos, pensionados y personas dispuestas a trabajar a distancia desde Costa Rica, que prolonguen por largos períodos su estadía en el país, son algunas de las oportunidades de negocio que han detectado los empresarios en el actual escenario comercial.
A pesar de que el sector prácticamente está en temporada cero, pues por el brote de covid19 Costa Rica cerró las fronteras al turismo, y durante abril y mayo prácticamente no ingresaron visitantes al país, los empresarios comienzan a prepararse para afrontar la nueva realidad comercial que surgió de este cambio abrupto en las formas en que se relacionan las personas a nivel global.
A raíz del brote de covid19 Costa Rica cerró las fronteras al turismo y durante abril y mayo prácticamente no ingresaron visitantes al país, situación que persistirá en los próximos meses por la lenta reactivación del sector.
Con el objetivo de mitigar el avance del virus, mediante un decreto gubernamental las autoridades ordenaron que desde el 18 de marzo solo podrían ingresar al país los costarricenses y residentes.
Debido a las medidas de restricción decretadas en el país por el brote de covid19, entre marzo y abril de este año la tarifa promedio de hoteles para dos personas disminuyó desde $160 a $120.
De acuerdo al "Informe de Política Monetaria" elaborado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), ante la crisis sanitaria la ocupación hotelera en el país se ha desplomado en el primer cuatrimestre del año, al pasar de 90% en enero a 15% en abril.
Nuevos protocolos de salud e higiene en los establecimientos y la apuesta por atraer a turistas nacionales en un entorno en el que se preferirán viajes cortos, son algunas de las tendencias que se pronostican en la nueva "normalidad" que vendrá luego del periodo de cuarentena.
Ante las cuarentenas decretadas por la mayoría de gobiernos a nivel mundial, se anticipa que los hábitos de los turistas cambiarán radicalmente en el corto y mediano plazo, ya que la crisis del covid-19 dejará secuelas entre los consumidores.
Los hoteleros opinan que es inviable la recomendación del gobierno de devolver la suma total a los clientes que tenían habitaciones reservadas, quienes por el momento no podrán gozar del servicio debido a la crisis sanitaria.
Un informe del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) detalla que los consumidores tienen derecho al reintegro de lo pagado o la reprogramación sin penalización, frente a la cancelación de reservas a nivel nacional o internacional.
En el contexto de una baja considerable en la inversión extranjera en el sector en Costa Rica, la situación podría complicarse aún más con la eliminación de incentivos tributarios que trae de la mano la reforma fiscal.
Cifras del Banco Central de Costa Rica (BCCR) detallan que después de reportar $443 millones en inversión extranjera directa en turismo en 2017, el año pasado esta cifra se redujo dramáticamente, al registrarse únicamente $23 millones.
Luego de nueve días de huelga de funcionarios públicos en Costa Rica, tour operadores, hoteles y restaurantes en distintas zonas del país reportan cancelación de reservas y bajas en sus ventas.
La huelga promovida por los sindicatos públicos del país comenzó el pasado lunes 6 de septiembre, y ya ha ocasionado millonarias pérdidas derivado de múltiples bloqueos en las vías públicas y actos de sabotaje en la cadena de distribución de combustibles, entre otras medidas de coerción.
La gremial de hoteleros de Costa Rica informó que el nivel de ocupación en las vacaciones de medio año de 2018 es de 65%, 3% menos que la cifra promedio reportada en igual período de 2017.
Según el sondeo al 29 de junio realizado por la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), en el que se consultó a 80 centros de hospedaje, entre las vacaciones de medio año de 2017 y del presente año, la ocupación promedio se redujo desde 68% a 65%.
Empresarios hoteleros en Costa Rica atribuyen la merma en la ocupación al menor flujo de turistas estadounidenses que visitan el país, que en el primer semestre bajó 2%.
Según los resultados de la encuesta de ocupación que realiza la Cámara Costarricense de Hoteles entre sus afiliados, en junio la ocupación hotelera bajó 5% respecto al mismo mes de 2016, y las proyecciones para los próximos meses no son muy halagadoras.
En Costa Rica un empresario hotelero se enfrenta al gobierno de Solís, luego de que éste advirtiera que sancionarán a las empresas que realicen promociones comerciales en alianza con Uber.
En Costa Rica la gremial hotelera registra 32 establecimientos considerados de lujo, que ofrecen alternativas de alojamiento con precios que oscilan entre $160 y $30 mil por noche.
La gran diversidad de turistas que recibe el país justifica la existencia de una amplia oferta hotelera, según consideran representantes de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH). La oferta se ajusta tanto a turistas que buscan alojarse en hoteles con una sola estrella, hasta otros más exigentes, que buscan alternativas de mayor nivel.
Un proyecto de ley que prepara la gremial hotelera obligaría a plataformas como Airbnb a pagar el 13% de impuesto de ventas y un 5% adicional para parques nacionales.
La propuesta de ley está siendo redactada por la Cámara Nacional de Turismo, que luego presentará el proyecto ante la Asamblea Legislativa.
La nueva ley contra el fraude fiscal obliga a registrarse y pagar los impuestos de ventas y rentas a quienes alquilen casas y apartamentos por menos de 30 días.
Los servicios de alquiler de casas, apartamentos y condominios por periodos inferiores a un mes deberán pagar impuestos de ventas y de renta, y quienes realicen dicha actividad deberán registrarse como contribuyentes de esos dos gravámenes, para no ser sujetos de multas.