La necesidad de proteger activos y operaciones de la creciente ola de violencia y delincuencia, presiona al alza los costos de seguridad de las empresas.
En Costa Rica el sector comercio sufrió en 2008 pérdidas por más de $13 millones por actos delictivos, y gastó en el mismo año en seguridad privada más de $110 millones.
Dentro de las opciones que manejan las empresas para disminuir o mejorar la eficiencia de los gastos en seguridad, destaca la implementación de tecnología mediante cámaras de vigilancia y medios electrónicos de detección.