Por factores como el cierre de empresas y falta de oportunidades, se estima que a Honduras y El Salvador la actividad delictiva les representa un costo de 16% del PIB, y en el caso de Guatemala, sus pérdidas podrían ascender a 7% de su producción.
En América Central, los costos humanos de la delincuencia siguen siendo de los más elevados del mundo. En El Salvador, Guatemala y Honduras, países que integran el denominado Triángulo Norte, se registran alrededor del 4,5% de los homicidios en todo el mundo a pesar de tener solamente alrededor del 0,4% de la población mundial, precisa un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A los costos de producción que asumen los cañicultores salvadoreños durante la zafra se suman los gastos que deben realizar en seguridad privada y en apoyo a la policía para evitar robos y extorsiones.
Los cañicultores tienen destinado un presupuesto adicional para los costos de seguridad que deben asumir debido al aumento de las amenazas y extorsiones por parte de los delincuentes.
Mientras en el 2009 los comerciantes gastaron $174 millones en seguridad para sus empresas, en el 2010 ese gasto ascendió a $190 millones.
El estudio de la Cámara de Comercio de Costa Rica revela que el 42% de los empresarios encuestados señaló haber sido víctima de algún acto de violencia.
"... estamos convencidos de que el Gobierno no ha cumplido su parte...
Pagos por custodia armada, seguimiento satelital, "peajes" a bandas armadas, son algunos de los sobrecostos que pagamos en el transporte de mercaderías en el istmo.
Algunas empresas transportistas declaran que el costo de las medidas de seguridad para un camión que lleva mercaderías dentro de Centroamérica una vez por semana, asciende a $14.000.
Un ejecutivo de una empresa costarricense con operaciones regionales, confirma que pagan $80 a pandilleros, para asegurar la libre circulación en la capital de Guatemala de los vehículos con sus productos.
El entrenamiento de los ejecutivos viajeros para hacer frente a situaciones de violencia, parece ser requisito previo a tomar el avión.
Las oportunidades de negocios no siempre se dan cruzando la calle. Ya no es tan fácil encontrarlas sin que sea necesario viajar, a menudo a territorios donde los riesgos para la seguridad personal son elevados. Como los centroamericanos lo sabemos bien, estos lugares muchas veces no están a miles de kilómetros, sino que alcanza con equivocar la ruta desde una oficina a otra dentro de una ciudad, para encontrarse súbitamente en tierra de nadie, expuestos a asalto o secuestro.