En Costa Rica entre 2010 y 2015 la proporción de turistas que se quedaron en viviendas rentadas en lugar de hoteles creció desde 4% a 11%.
De los más de 9,6 millones que turistas que visitaron Costa Rica en los últimos cinco años, casi 700 mil afirmaron haberse quedado en residencias alquiladas a través de plataformas como Airbnb o Homeaway, en lugar de hoteles.
Aunque las grandes marcas hoteleras aseguran no verse afectadas, la creciente oferta de casas y apartamentos para estadías cortas, obliga a los hoteles a cambiar sus métodos de atracción de huéspedes para sobrevivir.
Airbnb, Vrbo y Homeaway son solo algunos de los incontables sitios web donde propietarios rentan sus casas y apartamentos a turistas, que cada vez más optan por esta alternativa en lugar de los convencionales hoteles a nivel global, y Centroamérica no es la excepción. En Panamá, a pesar de que existe una ley que prohíbe el alquiler de apartamentos a turistas por menos de 45 días y sanciona con $50 mil a quienes sean reincidentes en la falta, esta alternativa de alquiler vacacional sigue creciendo.
La ocupación promedio en 2013 en los hoteles del país fue inferior al 50%, la más baja de los últimos cinco años.
Cifras del Instituto Costarricense de Turismo indican que el hospedaje promedio durante el 2013 fue 48,7%, el más bajo desde el 2009, cuando inició la crisis internacional que derivó en una reducción importante del flujo de turistas extranjeros que llegan al país.
Los chinos ya están en tercer lugar en volumen de gasto en viajes, luego de estadounidenses y alemanes. Para 2015 estarán en el segundo lugar.
Según el último informe Global Trends Report, el gasto en alojamiento de los turistas chinos en este año 2011 sumará unos $57.000 millones, ubicándolos terceros detrás de los estadounidenses y alemanes.
Para el 2015 se prevé un incremento en el volumen de gasto del 17%, $67.000 millones.