Estos agentes intermedian en la gestión de hipotecas, obteniendo ventajas para sus clientes, tanto en tasas de interés como en condiciones contractuales.
Durante el boom de los bienes raíces en Panamá, estos intermediarios -gente con buenas conexiones en la banca y en el mercado inmobiliario- tenían como principales clientes a los inversores extranjeros provenientes en general de los EE.UU., asistiéndolos en el proceso de obtención de hipotecas para inmuebles de valor superior a los $200 mil. Ahora que este tipo de inversionistas escasea, los corredores hipotecarios buscan a los venezolanos que llegan en masa, y a clientes locales que necesitan comprar vivienda.
Fitch Ratings reporta que los riesgos que enfrenta la banca regional en la actual crisis son crecientes y representan un desafío importante para el año 2009.
La combinación de una menor expansión crediticia, restricciones de fondos y crecientes provisiones por préstamos deteriorados ha limitado las utilidades de la mayoría de bancos y prevemos que esos factores continuarán presionando los resultados de los próximos meses.
Fitch Ratings reporta que los riesgos que enfrenta la banca regional en la actual crisis son crecientes y representan un desafío importante para el año 2009.
La combinación de una menor expansión crediticia, restricciones de fondos y crecientes provisiones por préstamos deteriorados ha limitado las utilidades de la mayoría de bancos y prevemos que esos factores continuarán presionando los resultados de los próximos meses.
De la abundancia a la escasez: Desafíos de la banca en un entorno de estrecha liquidez.
Tras las pérdidas originadas por la crisis inmobiliaria en Estados Unidos durante el 2008, grandes bancos estadounidenses y de otros países desarrollados se han visto fuertemente debilitados y, en algunos casos, han escapado de la bancarrota gracias a la ayuda de sus gobiernos.
De la abundancia a la escasez: Desafíos de la banca en un entorno de estrecha liquidez.
Tras las pérdidas originadas por la crisis inmobiliaria en Estados Unidos durante el 2008, grandes bancos estadounidenses y de otros países desarrollados se han visto fuertemente debilitados y, en algunos casos, han escapado de la bancarrota gracias a la ayuda de sus gobiernos.