En los últimos meses en el entorno digital el interés por las tarjetas de crédito ha venido al alza, repunte que se explica principalmente por el comportamiento de los consumidores en Panamá, Honduras, El Salvador y Costa Rica.
A través de un sistema que monitorea en tiempo real los cambios en los intereses y preferencias de los consumidores en los países de Centroamérica, desarrollado por CentralAmericaData, es posible proyectar tendencias de demanda a corto y largo plazo, para los diferentes productos, sectores y mercados que operan en la región.
De enero a julio de este año la colocación de nuevos créditos en Panamá ascendió a $8.344 millones, monto que es menor en 46% a la cifra reportada durante los primeros siete meses de 2019.
Al mes de julio del 2020, la cartera hipotecaria (una de las más dinámicas del portafolio de créditos en los últimos años), empezó a mostrar signos positivos la cual registro un incremento de $20 millones con respecto al mes precedente.
Suspensión de contratos, incertidumbre sobre el futuro económico y reducción de salarios, son algunos de los factores que han incidido para que en Panamá los bancos coloquen menos préstamos en este contexto de crisis sanitaria.
El monto de los préstamos nuevos otorgados por la banca panameña se ubicó en $589 millones durante mayo de este año, una reducción de 26% comparado con lo reportado en abril de 2020.
En el contexto del brote del covid19 y de la imposición de restricciones a la actividad económica, entre febrero y junio de este año el monto de los préstamos otorgados por el sector bancario reportaron una caída de 1,2%.
Datos Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) precisan que entre febrero (mes que antecede al inicio de la crisis sanitaria y económica) y junio de este año, la cartera crediticia se contrajo en $149 millones, al pasar de $13.276 millones a $13.127 millones.
En el contexto de cambio de hábitos de consumo en el país caribeño, entre mayo y junio de este año la cantidad de transacciones que se realizan con tarjetas se incrementó en 14%.
Cifras del Banco Central de República Dominicana precisan que en los últimos meses y en el escenario de la crisis sanitaria que deriva del brote de covid19, los consumidores dominicanos han aumentado su preferencia por el uso de tarjetas de crédito y débito.
En un proceso de subasta en el que participaron más de 200 inversionistas de diferentes partes del mundo, la entidad bancaria colocó la deuda a una tasa de 2,5% a un plazo de 10 años.
Esta transacción es la primera emisión internacional de bonos en los mercados de capitales de Banco Nacional en sus casi 116 años de existencia y representa la emisión de mayor monto que cualquier institución financiera panameña haya realizado.
El actual escenario de negocios terminó por derribar varias barreras, y ahora son más los clientes que demandan los servicios en línea de las entidades financieras, las que tienen el reto de facilitar los procesos digitales y a su vez aplicar estrictos estándares de seguridad.
En los últimos cuatro meses en la mayoría de ciudades de Centroamérica los clientes de los bancos se han alejado de los puntos de atención de los bancos, pues entre las cuarentenas domiciliares decretadas a causa de la propagación del covid19 y la preferencia por evitar asistir a lugares donde se puedan aglomerar gran cantidad de personas, los consumidores han optado por buscar la forma de realizar gestiones de forma digital.
Motivos precautorios para atender gastos no previstos en el contexto de la pandemia y las bajas tasas de interés pasivas, son algunos de los factores que explican el incremento en el saldo de los instrumentos de ahorro de corto plazo en el mercado costarricense.
En el contexto de la propagación del covid19 y de la restricción de varias actividades productivas, el medio circulante amplio (incluye numerario en poder del público e instrumentos financieros altamente líquidos en moneda nacional y extranjera) presentó en junio de 2020 una tasa de crecimiento interanual de 35,7%, variación considerablemente mayor a la registrada en igual mes de 2019 cuando ascendió a 2,7%, en tanto que el saldo de los instrumentos a plazo se redujo, informó el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
A partir de julio de 2020 las instituciones financieras del país, podrán otorgar períodos de gracia adicionales a los deudores cuyas actividades económicas se hayan visto afectadas por la emergencia nacional por el covid19.
El otorgamiento de periodos de gracia adicionales, podrán ser aplicados por las instituciones a las operaciones de crédito de los deudores afectados por la pandemia, correspondientes a los créditos de consumo, tarjetas de crédito y vivienda, siempre y cuando estos clientes evidencien o acrediten su incapacidad de pago, resolvieron las autoridades.
La fijación de una tasa máxima de usura y el impedimento de que los clientes se endeuden hasta el extremo de mermar sus ingresos por debajo de la línea del salario mínimo, son algunos de los cambios que surgieron a causa de la aplicación de la nueva Ley que rige desde el 20 de junio.
El 20 de junio de 2020 fue publicada en el alcance número 150 a La Gaceta número 147, la Ley de Usura que establece la metodología que deberá usarse para fijar la tasa de interés máxima, a partir de la cual se considerará que existe el delito de usura, detalla un comunicado oficial.
A nivel regional cerca de 16 millones de personas están buscando contratar servicios financieros por Internet, de este grupo de consumidores, aproximadamente el 11% explora opciones para adquirir una tarjeta de crédito.
El sistema de información interactivo desarrollado por CentralAmericaData, monitorea en tiempo real los cambios de hábitos de los consumidores de todos los mercados de la región, con información fundamental para entender el nuevo entorno comercial que ha surgido de forma acelerada.
En el contexto de la crisis sanitaria que atraviesa Costa Rica, el número de transacciones a través del servicio Sinpe Móvil ascendió a 1,27 millones, lo que representa el mayor volumen de operaciones mensuales desde que el Banco Central lanzó la plataforma.
Emergencia sanitaria por el covid-19 impulsó uso del servicio, solo en marzo hubo un aumento de 70.000 suscriptores, para un total de 1,7 millones de usuarios, informó el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Mayor demanda de créditos y más solicitudes de reestructuración de préstamos es parte de lo que la crisis del covid19 ha traído al sector bancario de Guatemala.
Según representantes de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), la propagación del covid19 y las medidas de restricción que se han decretado en el país está afectando la liquidez de las empresas, muchas de las cuales no cuentan con ingresos y deben recurrir a créditos para pagar a sus planillas.
Se pronostica que el impacto de la crisis del coronavirus en el sector financiero en Centroamérica se sentirá principalmente, en los servicios relacionados con la intermediación bursátil y la asesoría en inversiones, donde se espera una caída.
En Guatemala el grupo empresarial de origen sudamericano adquirió el 40% de las acciones que aún eran propiedad del BAM Financial Corporation, y consolidó el 100% de los activos del Grupo Agromercantil Holding.
Directivos de Bancolombia informaron que la empresa empezará con el proceso de las autorizaciones a las entidades regulatorias y que en los próximos días brindarán detalles sobre el precio de las acciones, atendiendo a las reglas contractuales entre las partes que cerraron la negociación.