Desde el 1 de octubre rige en Guatemala el Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismos Vivos Modificados, el cual permitirá la importación, comercialización y siembra de semillas modificadas conocidas como transgénicas, para consumo humano y animal.
Hasta ahora en Guatemala sólo se podían importar alimentos que fueran producto de cultivos con semillas modificadas.
Las cámaras agrícolas de Centroamérica preparan una propuesta con proyectos de ley para que en los países del istmo no se restrinja el cultivo de alimentos transgénicos.
Los representantes de FECAGRO dijeron que el uso de la biotecnología agrícola permite obtener semillas mejoradas con tecnología que hacen posible la alta productividad, reducen el uso de agroquímicos, crean cultivos más resistentes a sequías que además, puedan ser irrigados con agua salina y son totalmente seguras para el consumo humano.
En EE.UU. un creciente número de agricultores está volviendo a sembrar con semillas no modificadas genéticamente, mientras caen los precios de los granos y crece la preferencia por los productos orgánicos.
Al cierre del 2014 se reportó un aumento de 15% en el consumo de alimentos no transgénicos como cereales, aderezos para ensaladas, huevos y otros, alcanzando ventas por $9.600 millones.
En los últimos 22 años se cultivaron 10.600 hectáreas de transgénicos con fines de investigación o para producción de semillas.
En Costa Rica se siembran transgénicos desde 1991, cuando la empresa nacional Los Gansos S. A. solicitó los permisos para importar y sembrar soya genéticamente modificada.
Pese a la fuerte polémica que ocasionó el permiso adquirido por la empresa DPL Semillas para sembrar 0.9 hectáreas de maíz transgénico, la historia de estos cultivos no es tema nuevo en el país. El artículo de Nacion.com reseña que “comenzó hace 22 años y desde entonces se otorgaron 68 licencias, tanto para investigación como para desarrollo de semillas”.
La Sala Constitucional de Costa Rica acogió para su estudio un recurso contra la siembra de maíz transgénico para producción y exportación de semillas.
Mientras los jueces de la Sala Constitucional emitan sentencia sobre el recurso planteado, queda paralizado el proyecto de siembra de maíz transgénico para exportación de semillas, para el que la empresa DPL Semillas LDT, subsidiaria de Monsanto, fuera autorizada por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad.
La compañía dejará de cobrar en Brasil durante 2012 y 2013, por el uso de semillas de soya transgénica de primera generación.
La multinacional llegó a un acuerdo con los agricultores brasileños para dejar de cobrarles las regalías por el uso de semillas de soja transgénicas, de cuya patente es propietaria.
"El acuerdo se circunscribe a las cosechas del 2012 y el 2013 de la semilla de soya Roundoup Ready de primera generación, que es resistente al herbicida Roundoup, el más usado en el mercado, también fabricado por Monsanto.", reporta el artículo de Prensalibre.com
"Yo estaba completamente equivocado al oponerme a los Organismos Genéticamente Modificados" - Mark Lynas, líder ambientalista.
Frente a la reciente aprobación por parte de la Comisión Nacional de Bioseguridad para la siembra de maíz transgénico, otorgada a la empresa DPL Semillas, se abre nuevamente la discusión sobre el tema.
Juan Carlos Hidalgo, en su blog de Elfinancierocr.com analiza el tema citando un estudio de la Organización Mundial de la Salud el cual llega a la conclusión de que "Los alimentos GM [transgénicos] actualmente disponibles en el mercado internacional han sido sometidos a evaluaciones de riesgos y es improbable que presenten más riesgos para la salud humana que sus contrapartes convencionales".
DPL Semillas, subsidiaria de Monsanto, fue autorizada a sembrar tres variedades de maíz transgénico, para producir semillas con destino de exportación.
La empresa DPL Semillas, subsidiaria de Monsanto, consiguió el dictamen favorable por parte de la Comisión Nacional de Bioseguridad, para la siembra de una o dos hectáreas de maíz transgénico.
"La solicitud de siembra se planteó para la multiplicación de semillas que serían exportadas en su totalidad. Las modificaciones hechas a las semillas pretenden aumentar la resistencia ante plagas, así como la tolerancia a un herbicida.", reporta el artículo de Nacion.com