Desde el 1 de octubre rige en Guatemala el Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismos Vivos Modificados, el cual permitirá la importación, comercialización y siembra de semillas modificadas conocidas como transgénicas, para consumo humano y animal.
Hasta ahora en Guatemala sólo se podían importar alimentos que fueran producto de cultivos con semillas modificadas.
En EE.UU. un creciente número de agricultores está volviendo a sembrar con semillas no modificadas genéticamente, mientras caen los precios de los granos y crece la preferencia por los productos orgánicos.
Al cierre del 2014 se reportó un aumento de 15% en el consumo de alimentos no transgénicos como cereales, aderezos para ensaladas, huevos y otros, alcanzando ventas por $9.600 millones.
Anuncian que ha sido evaluada en diferentes condiciones, confirmando la tolerancia al hongo, y que se venderá a bajo costo.
Se trata de la variedad originaria de Brasil denominada Obatá. El Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) ha puesto la nueva semilla a disposición de los productores locales a bajo costo.
"Se ha evaluado en diferentes condiciones de clima y suelos, donde se ha logrado confirmar su tolerancia a la Roya, una muy alta productividad, maduración tardía y buena calidad de taza", explicó Jorge Ramírez, gerente técnico del Icafe.
La iniciativa en Centroamérica apoyará pequeños agricultores de Panamá, Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala.
Con una inversión de $12 millones, que producirá 32.000 toneladas métricas de semillas, con un valor estimado en $52,7 millones, informó el diario Panamá América.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), informó que apoya el incremento de la producción agrícola de familias pobres en más de 20 países de América Latina y el Caribe, mediante un mayor acceso a insumos básicos.