La agencia decidió rebajar la nota de largo plazo de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que el país enfrenta un escenario de mayor estrés fiscal debido a la crisis sanitaria.
La degradación de la nota de incumplimiento de emisor a largo plazo, se debe a que la crisis sanitaria que deriva del brote de covid19, llegó en un momento en que el espacio fiscal de Costa Rica es limitado y se estrecha rápidamente, informó el 8 de mayo Fitch Ratings.
Standard and Poor’s anunció que redujo la calificación de riesgo de los bonos costarricenses desde BB- a B+, sumándose a la rebaja que hizo Moody's a inicios de diciembre.
La calificadora de riesgo Standard and Poor’s (S&P) informó que la decisión fue tomada debido a que la situación fiscal del país podría generar un aumento continuo en la carga neta de la deuda del gobierno general.
La diferencia en el rendimiento del bono a 30 años respecto a los bonos del Tesoro de EE.UU. al mismo plazo pasó de 3,33% en abril a 3,85% al 4 de diciembre.
La decisión del Poder Ejecutivo de incrementar el gasto público para el 2015 y continuar incrementando el déficit fiscal en un entorno internacional menos favorable que en años anteriores es una de las razones que explica el mayor riesgo con que perciben ahora los inversionistas internacionales a los bonos de deuda externa costarricenses.
Las actuales condiciones del mercado de dinero son diferentes a las del 2013 y el financiamiento del gobierno en el exterior ya no es la mejor opción.
La realidad es que la entrante administración de Luis Guillermo Solís está entre la espada y la pared, no solo porque el financiamiento en el exterior ha aumentado notoriamente su costo, sino porque captar los recursos que necesita en el mercado local traería consecuencias negativas sobre inflación y tipo de cambio. A ello se agrega la muy fresca promesa de campaña de no aumentar impuestos durante los dos primeros años de mandato, lo que implica que no habrá un aumento sustancial de ingresos que compense el creciente déficit fiscal.
El Ministerio de Hacienda se ha propuesto extender los vencimientos de la deuda interna, lo que no es del interés de los inversionistas.
“Durante el 2013, las subastas estuvieron dominadas por valores de largo plazo, específicamente, aquellos que igualan o superan el vencimiento a diez años”, reseña el artículo de Elfinancierocr.com. No obstante, el mercado secundario prefiere los bonos con vencimiento en menos de diez años, por ejemplo el 15 de julio pasado, la colocación de bonos por 30 años fue relativamente pequeña, pues apenas se lograron $10 millones.
La calificadora afirmó la calificación de la deuda de largo plazo del Gobierno de costarricense en "BB+", manteniendo la perspectiva en estable.
La calificadora de riesgo Fitch Ratings basó su decisión en la estabilidad de las instituciones del Estado costarricense y sus fuertes indicadores sociales, los cuales han contribuido en el ingreso de divisas mediante inversión extranjera directa.
Fitch degradó el Issuer Default Rating (IDR) en moneda extranjera de México a ‘BBB’ desde ‘BBB+’ y el IDR en moneda local a ‘BBB+’ desde ‘A-'.
La perspectiva de las calificaciones es Estable. Adicionalmente, el techo del país se redujo a ‘A-’ desde ‘A’. La calificación de corto plazo se ratificó en ‘F2’.
Fitch degradó las calificaciones de México dado que la crisis económica y financiera global, así como la caída en la producción petrolera, han acentuado las debilidades en el perfil fiscal del país, incluyendo la alta dependencia de los ingresos públicos al petróleo, una estrecha base fiscal no petrolera y una limitada flexibilidad fiscal. Estas debilidades reducen el margen de maniobra fiscal de México ante futuros choques en los ingresos petroleros. La moderada capacidad de México para implementar una política fiscal contra-cíclica sólida este año (en contraste a lo observado en otros soberanos con calificaciones similares) enfatiza también las debilidades fiscales estructurales subyacentes.
Informe trimestral de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano, a junio de 2009.
Panorama General
Con base en el deterioro observado durante los primeros meses del año en algunos indicadores como inversión extranjera, remesas familiares y comercio exterior, entre otros, la Secretaría Ejecutiva estima que las consecuencias de la crisis internacional se han hecho sentir con mayor fuerza en el CARD durante el primer cuatrimestre del año, algo que por el rezago con el que se transmite a la región, podría continuar mostrando signos de mayor profundidad en los meses siguientes, según lo que ocurra en el contexto internacional. En efecto, el deterioro de los anteriores, junto a una caída en los ingresos fiscales debido a una menor producción y consumo en niveles poco observados previo a la crisis actual, ha obligado a que algunos países efectúen importantes esfuerzos por captar recursos frescos para cubrir sus ejecuciones presupuestales, al mismo tiempo que revisan los programas de exoneraciones y/o subsidios, de pensiones o que fiscalicen de mejor manera aquellas actividades económicas que antes no tributaban. No obstante, existe optimismo al suponer que la economía regional mostraría signos de mejoría a partir del primer y segundo trimestre de 2010, aunque en materia de empleo podría tomar más tiempo en recuperarse, según el más reciente Informe Mensual de Coyuntura.