Standard & Poor´s redujo la calificación de la deuda externa de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que existe incertidumbre debido a la laxitud con que la administración Alvarado está implementando la política fiscal en el país.
La perspectiva negativa en la nueva nota de riesgo, anticipa que existe la posibilidad de que en los próximos 12 meses se degrade nuevamente la calificación, si las autoridades adoptan políticas que dañe el perfil financiero del país.
La calificadora decidió mantener en B2 la nota de emisor de largo plazo, pero cambió de estable a negativa la perspectiva de riesgo, argumentando que existen mayores riesgos para el financiamiento del país derivado del aumento en los requisitos para el endeudamiento.
La afirmación de la calificación B2 de Costa Rica tiene en cuenta los niveles de riqueza del soberano por encima de sus pares y su economía dinámica.
La agencia decidió rebajar la nota de largo plazo de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que el país enfrenta un escenario de mayor estrés fiscal debido a la crisis sanitaria.
La degradación de la nota de incumplimiento de emisor a largo plazo, se debe a que la crisis sanitaria que deriva del brote de covid19, llegó en un momento en que el espacio fiscal de Costa Rica es limitado y se estrecha rápidamente, informó el 8 de mayo Fitch Ratings.
Fitch Ratings mantuvo en B+ con perspectiva negativa, la calificación de deuda soberana, argumentando que "se reflejan las debilidades en las finanzas públicas y el estancamiento político ha impedido la aprobación oportuna de reformas que aborden estos problemas".
La nueva regla fiscal no se ha aprobado, y el requisito de autorización del Congreso de préstamos extranjeros restringe periódicamente la flexibilidad financiera de Costa Rica, es otro de los argumentos de la calificadora de riesgo.
Standard and Poor’s anunció que redujo la calificación de riesgo de los bonos costarricenses desde BB- a B+, sumándose a la rebaja que hizo Moody's a inicios de diciembre.
La calificadora de riesgo Standard and Poor’s (S&P) informó que la decisión fue tomada debido a que la situación fiscal del país podría generar un aumento continuo en la carga neta de la deuda del gobierno general.
Luego de que en Costa Rica la Sala Constitucional allanara el camino para la reforma fiscal en el Congreso, el precio del dólar respecto a la moneda local dejó de subir, y se reportaron reacciones positivas en las perspectivas de riesgo.
El pasado 23 de noviembre la Sala IV emitió su fallo, por lo que el proyecto de ley tiene el camino libre para avanzar con mayor celeridad durante las próximas semanas en la Asamblea Legislativa.
Tras la degradación la semana pasada de la calificación de riesgo soberano del país a BB, Fitch Ratings rebajó la calificación de riesgo de seis bancos costarricenses.
A los bancos Nacional, BCR, Bicsa y Popular, todos propiedad del Estado costarricense, la calificadora les rebajó la nota desde BB+ con perspectiva negativa a BB con perspectiva estable.
Señalando la incapacidad del sistema político para ponerse de acuerdo en temas fiscales, Standard & Poor's degradó de BB a BB- la calificación de la deuda a largo plazo del país, con perspectiva negativa.
La visión general de S&P:
La combinación de crecientes presiones sobre el gasto y la falta de una reforma fiscal han debilitado las finanzas públicas de Costa Rica y elevado su vulnerabilidad a shocks externos.
La calificadora cambió la perspectiva de la nota de estable a negativa advirtiendo que persiste la falta de consenso político para aprobar un ajuste fiscal que reduzca gastos y mejore la relación deuda/PIB.
Del comunicado de Moody’s's Investors:
Nueva York, 08 de febrero, 2016 - Moody’s Investors (Moody’s) ha cambiado hoy la perspectiva de la calificación de la deuda de Costa Rica de estable a negativa.
La inminente alza en tasas de interés en EE.UU. es una de las razones detrás de la menor demanda por bonos de deuda externa de Costa Rica, percibidos como más riesgosos al no tener grado de inversión.
Cuando las tasas de interés en EE.UU. comenzaron a bajar, inversionistas internacionales buscaron opciones de mayor riesgo y rendimiento, como los bonos de deuda externa de países sin grado de inversión, como Costa Rica.
Standard & Poor's advirtió sobre el riesgo de default en los próximos dos años y redujo la nota de la deuda soberana de Venezuela, principal deudor de la Zona Libre de Colón.
Del comunicado de Standard & Poor's:
El fracaso del gobierno venezolano para tomar en tiempo y forma medidas para resolver las crecientes distorsiones económicas ha contribuido al deterioro económico y escasez de divisas extranjeras.
La diferencia en el rendimiento del bono a 30 años respecto a los bonos del Tesoro de EE.UU. al mismo plazo pasó de 3,33% en abril a 3,85% al 4 de diciembre.
La decisión del Poder Ejecutivo de incrementar el gasto público para el 2015 y continuar incrementando el déficit fiscal en un entorno internacional menos favorable que en años anteriores es una de las razones que explica el mayor riesgo con que perciben ahora los inversionistas internacionales a los bonos de deuda externa costarricenses.
Las actuales condiciones del mercado de dinero son diferentes a las del 2013 y el financiamiento del gobierno en el exterior ya no es la mejor opción.
La realidad es que la entrante administración de Luis Guillermo Solís está entre la espada y la pared, no solo porque el financiamiento en el exterior ha aumentado notoriamente su costo, sino porque captar los recursos que necesita en el mercado local traería consecuencias negativas sobre inflación y tipo de cambio. A ello se agrega la muy fresca promesa de campaña de no aumentar impuestos durante los dos primeros años de mandato, lo que implica que no habrá un aumento sustancial de ingresos que compense el creciente déficit fiscal.
El Ministerio de Hacienda se ha propuesto extender los vencimientos de la deuda interna, lo que no es del interés de los inversionistas.
“Durante el 2013, las subastas estuvieron dominadas por valores de largo plazo, específicamente, aquellos que igualan o superan el vencimiento a diez años”, reseña el artículo de Elfinancierocr.com. No obstante, el mercado secundario prefiere los bonos con vencimiento en menos de diez años, por ejemplo el 15 de julio pasado, la colocación de bonos por 30 años fue relativamente pequeña, pues apenas se lograron $10 millones.
La calificadora afirmó la calificación de la deuda de largo plazo del Gobierno de costarricense en "BB+", manteniendo la perspectiva en estable.
La calificadora de riesgo Fitch Ratings basó su decisión en la estabilidad de las instituciones del Estado costarricense y sus fuertes indicadores sociales, los cuales han contribuido en el ingreso de divisas mediante inversión extranjera directa.
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