La calificadora decidió mantener en "B" la nota crediticia soberana en moneda local y extranjera de largo y corto plazo, con una perspectiva negativa indica el riesgo de una rebaja en caso de que la Asamblea no apruebe una Facilidad de Fondo Extendida u otras medidas de política.
En el escenario actual, cubrir las grandes necesidades de financiamiento del gobierno puede requerir recurrir al banco central u otro financiamiento no convencional, destaca el análisis de la calificadora de riesgo.
La calificadora decidió mantener en B2 la nota de emisor de largo plazo, pero cambió de estable a negativa la perspectiva de riesgo, argumentando que existen mayores riesgos para el financiamiento del país derivado del aumento en los requisitos para el endeudamiento.
La afirmación de la calificación B2 de Costa Rica tiene en cuenta los niveles de riqueza del soberano por encima de sus pares y su economía dinámica.
La agencia calificadora explicó que el deterioro de las finanzas públicas generado por la pandemia, es la causa del cambio de estable a negativa, en la perspectiva de calificación de riesgo de la deuda.
La Perspectiva de Calificación Negativa refleja el deterioro en las métricas de sostenibilidad de la deuda como resultado de la ampliación del déficit fiscal y la contracción económica, así como las restricciones financieras derivadas de una mayor dependencia de la deuda a corto plazo, un alcance limitado para financiamiento adicional del mercado local y un acceso incierto al exterior financiación del mercado dados los altos costos de los préstamos. Sin embargo, la financiación multilateral puede ayudar a aliviar las limitaciones de endeudamiento este año, informó Fitch Ratings.
Argumentando que la fortaleza económica se ha debilitado como resultado de las tensiones sociales y que probablemente dejará un impacto negativo duradero, la calificadora redujo de B2 a B3 la nota de riesgo crediticio para el país.
Explica el reporte de la agencia que "... el riesgo de un acceso reducido al crédito externo oficial está creando desafíos de financiación y restringiendo la capacidad de las autoridades para apoyar la actividad económica".
La calificadora mantuvo en BBB la calificación de incumplimiento de emisor de largo plazo, sin embargo, decidió cambiar de estable a negativa la perspectiva de riesgo, argumentando que la carga de la deuda continuará aumentando en 2020.
La revisión de la perspectiva a negativa de Panamá refleja un marcado deterioro en el déficit fiscal y el aumento significativo de la carga de la deuda del gobierno, relacionada con la acumulación de atrasos por parte de la administración anterior y objetivos de déficit fiscal más altos bajo la Ley de Responsabilidad Fiscal modificada, informó Fitch.
Problemas institucionales y niveles de crecimiento económico más bajos en comparación a otros países con la misma calificación de riesgo, podrían causar en el futuro una degradación de la nota de la deuda de Guatemala.
Fitch Ratings ratificó la calificación de incumplimiento de deuda en moneda extranjera a largo plazo en "BB", pero cambió la perspectiva de estable a negativa.
La revisión de la Perspectiva a Negativa de Guatemala refleja una tensión política y mayor incertidumbre en los agentes, además de una erosión constante en la baja recaudación de impuestos del gobierno, argumentó la calificadora.
Argumentando una larga trayectoria de política fiscal y monetaria caracterizada por un manejo prudente, la calificadora de riesgo Moody´s mantuvo la calificación de riesgo crediticio del país en Ba1.
Del comunicado del Banco de Guatemala:
Junio de 2018. Moody´s Investors Service mantiene la calificación de riesgo crediticio para Guatemala en Ba1 con perspectiva estable.