A raíz del caso de corrupción que se presentó en Costa Rica y que involucró a un accionista de Constructora MECO, Fitch Ratings bajó la calificación nacional de largo plazo de la empresa a "A-(pan)" desde "AA-(pan)", al mismo tiempo la colocó en Observación Negativa.
La mañana del 14 de junio de 2021 unos 700 agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio Público (Fiscalía) allanaron 21 casas de habitación, Casa Presidencial, Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Consejo Nacional de Viabilidad (Conavi) y Consejo de Transporte Público (CTP).
La calificadora de riesgo ratificó la nota de Incumplimiento de Emisor en Moneda Extranjera de Largo Plazo del país centroamericano en "B-" y revisó la perspectiva de la calificación a estable desde negativa.
Las calificaciones de Nicaragua están limitadas por el puntaje promedio más bajo de los Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial en América calificada por Fitch, el bajo ingreso per cápita, los riesgos de estabilidad política y las sanciones internacionales que limitan el financiamiento externo futuro, destaca el análisis de la calificadora.
Argumentando que existe un deterioro en las métricas de sostenibilidad de la deuda como resultado de la profunda contracción de 2020 asociada con la pandemia Covid19, la calificadora de riesgo decidió mantener en "B-" con perspectiva negativa la nota del país.
Fitch espera que el déficit se reduzca al 7,5% del PIB en 2021, debido a un aumento cíclico de los ingresos y un menor gasto relacionado con la pandemia y además se pronostica que el déficit caiga al 4,9% del PIB en 2022, precisa el análisis de Fitch.
La calificadora decidió mantener en "B" la nota crediticia soberana en moneda local y extranjera de largo y corto plazo, con una perspectiva negativa indica el riesgo de una rebaja en caso de que la Asamblea no apruebe una Facilidad de Fondo Extendida u otras medidas de política.
En el escenario actual, cubrir las grandes necesidades de financiamiento del gobierno puede requerir recurrir al banco central u otro financiamiento no convencional, destaca el análisis de la calificadora de riesgo.
Debido al deterioro de los indicadores fiscales que es producto del severo impacto económico de la pandemia, Moody's rebajó de A1 a A2 la calificación de deuda senior no garantizada asignada a la Autoridad del Canal de Panamá.
Dado que la calificación A2 está tres niveles por encima de la calificación soberana Baa2 de Panamá, es poco probable una mejora de la calificación en el corto plazo.
Argumentando que el país carece de una consolidación fiscal y su deuda no es estable, la agencia calificadora decidió mantener la nota de riesgo crediticio en "B", con perspectiva negativa.
Según Fitch, la Perspectiva Negativa refleja los riesgos a la baja para la consolidación fiscal y la estabilización de la deuda debido a la incertidumbre política en medio de una incapacidad de larga data para llegar a un consenso sobre cómo abordar los desequilibrios fiscales creados por los altos déficits fiscales, el aumento de los pagos de intereses y un calendario de amortización pronunciado.
Moody's mantuvo en B3 la calificación de emisor a largo plazo y senior no garantizado del Gobierno salvadoreño, pero decidió cambiar la perspectiva a negativa, degradación que evidencia las preocupaciones persistentes sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
La perspectiva negativa captura los riesgos crediticios asociados con los riesgos de implementación de sus próximos esfuerzos de ajuste fiscal, los altos riesgos de liquidez impulsados por las grandes necesidades brutas de financiamiento en 2021-23 y las preocupaciones persistentes sobre la sostenibilidad de la deuda a pesar de un ajuste fiscal esperado, explicó la calificadora de riesgo.
Argumentando que la pandemia ha tenido un efecto negativo en la economía local y las finanzas públicas panameñas, Fitch Ratings revisó a la baja la calificación soberana del país desde BBB a BBB-.
En cuanto a las proyecciones para el 2021, la calificadora espera que Panamá experimente una recuperación económica con un crecimiento real de 9.2%, impulsado por la apertura económica, los proyectos de inversión pública como la construcción de la Línea 3 del Metro, las exportaciones de la mina de cobre, la recuperación del consumo interno. Esta tendencia al crecimiento espera se mantenga para el 2022, informó el Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá (MEF).
Aunque Moody's decidió mantener en Ba1 la calificación de riesgo crediticio del país, la perspectiva fue degradada de estable a negativa, debido a que se han deteriorado las métricas de la deuda a causa de la pandemia generada por el covid19.
El equilibrio entre el historial de conservadores de gestión y resistencia a los shocks internos y externos, fueron algunos de los factores que la agencia calificadora tomó en cuenta para mantener la en Ba1 la nota de riesgo.
Argumentando que no existe una consolidación fiscal significativa y una recuperación económica sostenida, la calificadora de riesgo decidió degradar de estable a negativa, la perspectiva de la calificación del gobierno como emisor a largo plazo.
Aunque la perspectiva fue modificada, Moody's decidió mantener en Baa1 la calificación de emisor a largo plazo y deuda senior no garantizada.
La Asamblea Nacional de Panamá aprobó en tercer debate un proyecto de ley que regula el servicio de información sobre el historial de crédito de los consumidores.
El pleno legislativo aprobó en tercer debate la iniciativa 424, que modifica la Ley 24 de 2002 relacionado a este sistema de registro en la Asociación Panameña de Créditos (APC), a fin de crear un modelo de datos o información crediticia que sea justa e equilibrada entre los agentes financieros y los clientes de créditos, informó la Asamblea.
Standard & Poor´s redujo la calificación de la deuda externa de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que existe incertidumbre debido a la laxitud con que la administración Alvarado está implementando la política fiscal en el país.
La perspectiva negativa en la nueva nota de riesgo, anticipa que existe la posibilidad de que en los próximos 12 meses se degrade nuevamente la calificación, si las autoridades adoptan políticas que dañe el perfil financiero del país.
La calificadora decidió mantener en B2 la nota de emisor de largo plazo, pero cambió de estable a negativa la perspectiva de riesgo, argumentando que existen mayores riesgos para el financiamiento del país derivado del aumento en los requisitos para el endeudamiento.
La afirmación de la calificación B2 de Costa Rica tiene en cuenta los niveles de riqueza del soberano por encima de sus pares y su economía dinámica.
La agencia decidió rebajar la nota de largo plazo de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que el país enfrenta un escenario de mayor estrés fiscal debido a la crisis sanitaria.
La degradación de la nota de incumplimiento de emisor a largo plazo, se debe a que la crisis sanitaria que deriva del brote de covid19, llegó en un momento en que el espacio fiscal de Costa Rica es limitado y se estrecha rápidamente, informó el 8 de mayo Fitch Ratings.
Argumentando que el gobierno cuenta con acceso a distintas fuentes de financiamiento, la agencia decidió mantener en BB-/B con perspectiva estable, la calificación para el crédito soberano a largo y corto plazo.
Para Standard & Poor's el impacto de la pandemia ocasionada por la propagación del covid19 y la recesión mundial, provocará en Honduras una contracción económica en 2020 y un mayor déficit fiscal.