Colocar préstamos para la compra de viviendas, créditos para el consumo y financiación de empresas, serán para 2021 las apuestas de algunas de las entidades financieras que compiten en el mercado costarricense.
En Costa Rica los préstamos para la compra de viviendas ya venían dando signos positivos al cierre de 2020, pues en noviembre del año pasado el monto de la cartera de créditos en cuestión reportó un alza interanual de 7%.
Con el objetivo de colocar más préstamos en el mercado financiero, el Banco Central de Costa Rica aprobó la creación de una facilidad especial de crédito a mediano plazo para los intermediarios financieros regulados por la Superintendencia General de Entidades Financieras.
En la coyuntura actual de la crisis por la pandemia, muchos deudores necesitan arreglos de pago (prórrogas, readecuaciones o refinanciamientos), o bien recursos frescos de bajo costo y largo plazo para aliviar su flujo de caja y hacer frente a sus necesidades de capital de trabajo y de inversión. Sin embargo, los intermediarios financieros enfrentan posibles presiones sobre sus flujos de caja como consecuencia de los arreglos de pago ya otorgados o que deban otorgar y una debilitada capacidad de pago de muchos deudores, explicó la autoridad monetaria.
En los países de la región más de 8 millones de personas están buscando por Internet acceder a un crédito, de este grupo de consumidores, aproximadamente el 9% explora opciones para contratar un préstamo estudiantil.
El sistema interactivo de información desarrollado por CentralAmericaData, monitorea en tiempo real los cambios de hábitos de los consumidores de todos los mercados de la región, con información fundamental para entender el nuevo entorno comercial que ha surgido de forma acelerada.
Ante las propuestas que se discuten en la Asamblea de Costa Rica, de aprobar moratorias a empresas y personas que sean afectadas por la crisis sanitaria, la Superintendencia de Entidades Financieras advierte que algunos bancos no soportarían el cese de pagos por hasta 4 meses.
El plan de los diputados es aprobar una iniciativa que se concentre en los préstamos personales, de vivienda, vehículos y de consumo, en el que se incluirían las tarjetas de crédito.
Aunque los ajustes a la baja realizados meses atrás en el encaje bancario y en la tasa de política monetaria aun no parecen haber tenido efecto sobre la cartera de préstamos en Costa Rica, los bancos esperan que pronto se reactive el crédito.
En Costa Rica la baja actividad económica y el crecimiento del desempleo explican el alza de 25% reportada entre febrero de 2018 y el mismo mes de 2019 en el valor de los activos adquiridos por los bancos para recuperar créditos.
Cifras de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) precisan que entre febrero de 2018 y el mismo mes de este año, el monto de bienes y valores adquiridos por las entidades financieras debido a que las personas y empresas no pagaron sus créditos subió de $425 millones a $533 millones.
El BCIE otorgó un préstamo al Banco de Costa Rica, que será utilizado para financiar operaciones de PyMEs y clientes empresariales de sectores industrial, agrícola y cooperativo.
El financiamiento se hizo bajo la modalidad de desembolso de línea global de crédito, destinados a capital de trabajo e impulso a sectores productivos costarricenses, informó una fuente del ejecutivo.
Exigiendo a los bancos requerimientos de capital adicionales, la Sugef pretende desincentivar el otorgamiento de créditos de consumo, vivienda y vehículos a plazos muy largos.
Argumentando que los plazos de más de 30 años en créditos de vivienda y más de 5 en créditos de consumo incentivan el sobreendeudamiento de los costarricenses, la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) presentó una propuesta de reforma al reglamento sobre suficiencia patrimonial de las entidades financieras, para exigir requerimientos de capital adicionales a las entidades que realicen estas operaciones de crédito.
Las tasas de interés activas del Banco Nacional han registrado una reducción promedio de 3,77% desde enero de este año a la fecha.
Las reducciones que ha hecho el Banco Central en la tasa de política monetaria en lo que va del año han comenzando a tener efecto sobre la estructura de tasas de interés de los bancos. El Banco Nacional, el más grande del mercado, registra una baja de casi 4 puntos porcentuales en las tasas de interés para préstamos.
A partir del 15 de mayo las empresas pueden utilizar inventarios, flujos de efectivo, patentes y otros como garantía para acceder a financiamiento bancario.
Ya está listo el reglamento de la Ley de Garantías Mobiliarias, que entrará en vigencia el 15 de mayo, y a partir de esa fecha las empresas podrán hipotecar cosechas, maquinaria agrícola, derechos de autor, entre otros, para obtener créditos bancarios.
La velocidad con que crece la colocación de préstamos bancarios en el país pasó de una tasa de 16% a marzo de 2014 a 8% al mismo mes de este año.
Reseña Elfinancierocr.com que "... Los créditos en dólares por parte de los bancos estatales son los que muestran la caída más vertiginosa. Hace más de un año crecían con un ritmo boyante de 36% y, en cuestión de meses, llegó a tener un decrecimiento del 2%." Por otra parte, los bancos privados pasaron de registrar un crecimiento del 35% a un 22% en el periodo en cuestión.
Ya están dadas todas las condiciones formales para la operación del sistema de créditos flexibles para productores y empresarios que actualmente no acceden a financiamiento en la banca comercial.
Cientos de millones de dólares estaban ociosos por falta de las normas que permitieran su utilización en créditos al sector productivo.
La administración Solís reimpulsa el proyecto de ley que pretende fijar la tasa de interés máxima permitida para cualquier tipo de crédito.
Si bien la conocida tasa de usura está contemplada en la legislación de Costa Rica, ésta no especifica de cuánto debe ser. Debido a esto, "... el mercado financiero costarricense ofrece diversos créditos con tasas muy altas que podrían ser sancionables, pero el vacío en la ley no le permite a los tribunales de justicia determinar cuál es una tasa alta o baja."
En los últimos tres años ha venido disminuyendo el crédito otorgado a empresas privadas para compra de inmuebles, terrenos y construcción de edificios.
En septiembre 2014 se formalizaron, en promedio, 834 operaciones entre bancos y otras empresas financieras, lo que representa una disminución del 28% respecto al mismo mes de 2013. La tendencia a la baja en la colocación de créditos para estos fines se observa desde inicios de 2012.