Standard & Poor´s redujo la calificación de la deuda externa de B+ a B con perspectiva negativa, argumentando que existe incertidumbre debido a la laxitud con que la administración Alvarado está implementando la política fiscal en el país.
La perspectiva negativa en la nueva nota de riesgo, anticipa que existe la posibilidad de que en los próximos 12 meses se degrade nuevamente la calificación, si las autoridades adoptan políticas que dañe el perfil financiero del país.
Argumentando que se pronostica un menor crecimiento económico y un mayor déficit fiscal por los efectos del covid19, la agencia decidió modificar de BB a BB- la nota de riesgo del país.
La situación de la carga tributaria en el país, es otro de los factores que incidieron en la decisión de Fitch, la cual fue comunicada al Banco de Guatemala mediante el boletín preliminar que la agencia le hizo llegar a las autoridades.
Standard & Poor's advirtió que si en los próximos meses empeora el entorno político o se deteriora nuevamente el acceso al financiamiento local y externo, la nota de la deuda podría sufrir una nueva degradación.
Luego de que el país colocara eurobonos por $1.097 millones a 30 años plazo, Moody's les otorgó una calificación de "B3", mientras que la agencia de Fitch Ratings le asignó una “B-”.
Fitch Ratings ha asignado una calificación 'B-' a las notas de $1.097 millones de El Salvador con vencimiento en enero de 2050. Las notas tienen un cupón de 7,1246%, informó la agencia.
Problemas institucionales y niveles de crecimiento económico más bajos en comparación a otros países con la misma calificación de riesgo, podrían causar en el futuro una degradación de la nota de la deuda de Guatemala.
Moody's mantuvo en B1 la calificación de las emisiones de largo plazo y de bonos senior no garantizados, argumentando que existe un "marco fiscal sólido que ha estabilizado la deuda en niveles más bajos comparado con los de sus pares calificados".
El balance fiscal de Honduras se comporta de forma favorable respecto del PIB y ha sido suficiente para estabilizar la deuda del gobierno en general en alrededor del 41% del PIB, explica el reporte de Moody's.
"La calificación 'B-' refleja la historia reciente de los incumplimientos en moneda local, así como las incertidumbres políticas que influyen en la aprobación por el Congreso de medidas de reforma económica clave."
Este es el segundo año consecutivo que la agencia decide no variar la calificación del país, pues hace un año Fitch Ratings informó que había decidido mantener en "B-" la calificación de la deuda en moneda extranjera, y en esa ocasión argumentó que las tensiones políticas hicieron difícil la llegada de acuerdos sobre financiamiento gubernamental.
La calificadora decidió mantener la nota de la deuda en B3 con perspectiva Estable, argumentando que la carga fiscal del país es elevada, pero estable.
La última variación de la calificación se hizo en febrero de 2018, cuando se reportó que en ese momento el acuerdo político logrado para aprobar los recursos para pagar a los fondos de pensiones y la reducción en el riesgo de liquidez fundamentan la decisión de la agencia calificadora de elevar la nota desde Caa1 a B3.
Fitch Ratings ratificó la calificación de incumplimiento de deuda en moneda extranjera a largo plazo en "BB", pero cambió la perspectiva de estable a negativa.
La revisión de la Perspectiva a Negativa de Guatemala refleja una tensión política y mayor incertidumbre en los agentes, además de una erosión constante en la baja recaudación de impuestos del gobierno, argumentó la calificadora.
Las últimas calificaciones de riesgo para la emisión de deuda a largo plazo de las economías centroamericanas, identifican a Panamá como el país más atractivo para invertir.
El pasado 8 de marzo la calificadora Moody's decidió elevar de Baa2 a Baa1 la calificación de emisor a largo plazo en moneda extranjera, argumentando que las perspectivas siguen siendo más favorables en el mediano plazo.
Argumentando que los perfiles fiscales y financieros del país se han debilitado, Standard & Poor´s bajó de B a B- la nota de la deuda nicaragüense en moneda extranjera, con perspectiva negativa.
La perspectiva negativa refleja una probabilidad mayor a uno de cada tres de una baja de calificación en los próximos 12 meses debido a una posible presión adicional sobre la balanza de pagos o al sistema financiero nacional dolarizado, dadas las limitadas opciones de financiamiento de divisas del gobierno.
Argumentando un déficit fiscal moderado, bajo nivel de endeudamiento público y una mejora en la posición externa del país, Standard & Poor´s mantuvo la calificación de riesgo crediticio del país en BB-.
S&P redujo de B+ a B la nota de la deuda, argumentando que la escalada del conflicto interno ha debilitado la gobernabilidad, y podría volver a reducir la calificación en los próximos 12 meses si la violencia sigue aumentando.
Del reporte de S&P Global Ratings:
El 23 de julio de 2018, S&P Global Ratings redujo la calificación del crédito soberano de Nicaragua a largo plazo en moneda extranjera de 'B+' a 'B' con perspectiva negativa.
Argumentando una larga trayectoria de política fiscal y monetaria caracterizada por un manejo prudente, la calificadora de riesgo Moody´s mantuvo la calificación de riesgo crediticio del país en Ba1.
Moody´s cambió de positiva a estable la perspectiva de la calificación de la deuda, argumentando el impacto económico que tiene la ruptura del modelo de consenso de diálogo nacional.
Del comunicado de Moody´s:
Nueva York, 13 de junio de 2018 - Moody's Investors Service ("Moody's") cambió hoy la perspectiva de calificación de Nicaragua de positiva a estable y afirmó sus calificaciones de emisor B2 a largo plazo.