Incluyeron en la lista de blanqueo internacional de capitales a los hermanos Abdul y Nidal Waked, otras 6 personas, y a 68 empresas entre las que está el Balboa Bank.
Los empresarios Abdul y Nidal Waked y empresas como Grupo Wisa, Vida Panamá y el Balboa Bank, fueron incluidos en la llamada lista "Clinton" que señala persona y organizaciones ligadas a actividades relacionadas con lavado de dinero y narcotráfico.
La cifra es una estimación de la Dirección de Inteligencia en Costa Rica divulgada por el Departamento de Estado de EE.UU., donde se señala el aumento de organizaciones criminales con base en el país, y la poca capacidad para combatirlas.
El lavado de dinero es una actividad delictiva que maneja montos difíciles de medir. A modo de ejemplo, el informe "Illicit Financial Flows from Developing Countries: 2004-2013" de Global Financial Integrity, señala que durante los 10 años mencionados, el flujo de dinero ilícito desde Costa Rica superó los $11 mil millones, esto es unos $1.100 millones al año.
La complejidad de las estructuras internas de los carteles de la droga, sus estrategias de "marketing y servicio al cliente" y su forma de operar se parecen cada vez más a las de las grandes corporaciones mundiales.
¿En qué se parecen las corporaciones Coca-Cola y McDonald's a un cartel de drogas? Por supuesto que los productos que comercializan son completamente diferentes, pero la forma en que las tres intentan posicionar sus productos y sus marcas, incrementar su participación en el mercado e incrementar sus utilidades para generar más dividendos para sus accionistas, es casi la misma.
Narcotráfico y pandillas son los principales factores del asesinato intencional en los países más violentos del mundo: Honduras, Belice, El Salvador y Guatemala.
Según el reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas (UNODC), al 2012 Honduras registra 90,4 homicidios por cada 100 mil habitantes.
En Belice la tasa de homicidios es de 44,7 por cada 100 mil habitantes, en El Salvador es de 41,2, en Guatemala es de 39,9.
El canciller de Guatemala propuso en Europa una transición a la regulación de las drogas para poder controlar sus efectos sobre la salud, y para quitar poder económico a las mafias del narcotráfico.
El artículo en Prensalibre.com reseña que "El canciller participa desde ayer en un seminario del Grupo Británico de la Unión Interparlamentaria en el que diputados de 30 países debaten "la reforma de las políticas de drogas" y las experiencias de cada nación en los últimos 18 meses, particularmente en el marco de la OEA (Organización de Estados Americanos)."
Un estudio de la CEPAL revela que las empresas de Guatemala y El Salvador pagan los costos más altos por el crimen organizado en Latinoamérica.
De acuerdo con datos del Índice de Competitividad Global 2012-13, retomados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en su informe sobre la seguridad en el sector logístico de la región, Guatemala cuenta con un puntaje de 1.86 en una escala del 1 al 7 sobre la influencia del crimen y la violencia en los costos de operación de las empresas, donde 1 es “en gran medida” y 7 significa “en nada”.
En EE.UU. los mayores de 12 años que consume drogas aumentaron de 5.8% en 1991-93 a 8.,9% en el 2008. En México la guerra contra las drogas causó la muerte de más de 50,000 personas en los últimos 5 años.
El artículo de Juan Carlos Hidalgo en Nacion.com es de febrero de 2012. Su enfoque denunciando los efectos nefastos de la prohibición de los estupefacientes estaba basado en la propuesta del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, de legalizar de las drogas como mecanismo para combatir el narcotráfico.
Dirigentes de las gremiales empresariales de la región señalan que las arbitrariedades gubernamentales interfieren en el desarrollo de Centroamérica.
Del comunicado de Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centroamericano (Fecamco):
Las organizaciones empresariales de la región que conforman la Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centroamericano (Fecamco), reunidas en Miami, Florida, Estados Unidos, manifestaron su “enorme preocupación” por la crisis institucional que atraviesa El Salvador, a la que calificaron como un “atentado contra el Estado de Derecho”.
Rompiendo lo que era tabú para cualquier gobernante en ejercicio, el presidente Otto Pérez Molina insiste en su propuesta de negar el mercado para los narcotraficantes.
Insistiendo en que no ha habido buenos resultados en la aplicación de los métodos tradicionales para enfrentar el flagelo de la droga y el narcotráfico, Pérez Molina "no se arrepiente de su atrevida propuesta de despenalizar las drogas en Centroamérica y se ilusiona con que la discusión de este tema sea mundial."
En reunión en Honduras, los jefes de estado del istmo acordaron debatir sobre la despenalización de las drogas.
La iniciativa fue propuesta por Otto Perez Molina, presidente de Guatemala, quien enfatizó en la necesidad de buscar "mecanismos alternos" para la lucha contra el narcotráfico.
Los dignatarios de Panamá, El Salvador y Honduras dijeron estar en contra de la despenalización, pero se mostraron abiertos a discutir el tema.
Actualmente es México el que acapara los titulares mundiales por la violencia del narcotráfico, pero en Centroamérica la tasa de homicidios ya es superior a la del país azteca.
Al igual que otros analistas, Andrés Oppenheimer señala el drama que se desarrolla en Centroamérica por causa del narcotráfico: "Hasta en Costa Rica, un país que suele ser llamado la Suiza de Latinoamérica por ser una isla de paz y prosperidad en la región, está creciendo la ansiedad por la creciente ola de violencia relacionada con las drogas."
Corrupción generalizada, debilidad institucional, disputas entre los países, y la resistencia a más impuestos, comprometen las posibilidades de éxito del plan y sus 22 proyectos.
La cumbre celebrada en Guatemala, en la que por primera vez desde el año 1856 los países centroamericanos acordaron combatir juntos, culminó con planes de acción en conjunto para la lucha contra el narcotráfico.
Desde El Salvador, el presidente de EE.UU., ofreció los fondos para financiar proyectos de seguridad en la región.
En referencia a la distribución de los fondos, el mandatario señaló que serán los países centroamericanos los que decidirán como invertir los fondos en función de las necesidades particulares de cada uno.
Laprensagrafica.com recoge declaraciones del mandatario estadounidense, Barack Obama, "Será un programa diseñado y liderado en Centroamérica por los gobiernos de la región... El énfasis es trabajar con un enfoque regional y los países centroamericanos deben ayudar a darle forma y diseñar cómo el dinero debería ser gastado."