El proyecto de ley que se discute en Costa Rica en esencia busca extinguir los activos del crimen organizado, pero hay quienes aseguran que tal como está planteado, pone en riesgo la presunción de inocencia de los individuos.
La extinción de dominio es un concepto que en la práctica refiere a incautar o decomisar bienes ligados a actividades delictivas, para luego trasladarlos a favor del Estado.
El mercado inmobiliario, los casinos, el negocio de conciertos, y hasta el sector ganadero son usados para blanquear capitales en los países centroamericanos.
Extraído del reporte "International Narcotics Control Strategy Report, Volume II, Money Laundering and Financial Crimes" del Departamento de Estado de EE.UU:
Costa Rica Las organizaciones criminales transnacionales continúan favoreciendo a Costa Rica como base para cometer crímenes financieros debido a su ubicación y limitadas capacidades de aplicación. El gobierno de Costa Rica ha intentado fortalecer el marco legal para la supervisión y ejecución; sin embargo, aún quedan retos para mitigar los riesgos de lavado de dinero. Costa Rica es un punto de tránsito que también se utiliza cada vez más como base de operaciones para el narcotráfico; Y sigue habiendo un importante lavado de fondos procedentes de actividades ilícitas. Costa Rica debe seguir cerrando brechas legislativas en delitos financieros y asignar recursos para investigación y procesamiento.
Incluyeron en la lista de blanqueo internacional de capitales a los hermanos Abdul y Nidal Waked, otras 6 personas, y a 68 empresas entre las que está el Balboa Bank.
Los empresarios Abdul y Nidal Waked y empresas como Grupo Wisa, Vida Panamá y el Balboa Bank, fueron incluidos en la llamada lista "Clinton" que señala persona y organizaciones ligadas a actividades relacionadas con lavado de dinero y narcotráfico.
La cifra es una estimación de la Dirección de Inteligencia en Costa Rica divulgada por el Departamento de Estado de EE.UU., donde se señala el aumento de organizaciones criminales con base en el país, y la poca capacidad para combatirlas.
El lavado de dinero es una actividad delictiva que maneja montos difíciles de medir.
El informe de Global Financial Integrity señala que entre 2004 y 2013 el flujo de dinero desde Costa Rica proveniente de lavado y otras fuentes ilícitas aumentó 10% con respecto al período 2003-2012.
EDITORIAL
El informe "Illicit Financial Flows from Developing Countries: 2004-2013" de Global Financial Integrity, señala que durante los 10 años mencionados, el flujo de dinero ilícito desde Costa Rica superó los $11 mil millones.
El lavado de dinero genera un efecto económico positivo para las economías, pero también empobrece la calidad de las instituciones con efectos dramáticos sobre la calidad de la vida en sociedad.
El excelente análisis que Norma Lezcano realiza en su artículo en Estrategiaynegocios.net, sobre la inclusión de miembros de la poderosa familia Rosenthal por el Departamento del Tesoro de EE.UU.
Destacan en el istmo a Costa Rica, Guatemala y Panamá como países que generan "gran preocupación" al respecto.
Del reporte del Departamento de Estado de EE.UU.: "International Narcotics Control Strategy Report Volume II - Money Laundering and Financial Crimes" March 2015:
Costa Rica:
Las organizaciones delictivas transnacionales favorecen cada vez más a Costa Rica como una base para cometer delitos financieros, incluyendo el lavado de dinero.
El informe de Global Financial Integrity ubica a Costa Rica y Panamá en las posiciones 14 y 18 de la lista de países que movilizaron los mayores flujos de dinero ilegal en el mundo entre 2003 y 2012.
EDITORIAL
El informe "Illicit Financial Flows from Developing Countries: 2003-2012" de Global Financial Integrity, señala que entre los años mencionados, el flujo de dinero ilícito en Costa Rica superó los $94 mil millones, unos $30 mil millones más que los acumulados entre 2001 y 2011, según reportaba la misma institución a mediados de 2013.
Se detectaron traslados de dinero en efectivo que luego son regresados mediante transferencias electrónicas y que en apariencia están ligados al narcomenudeo y extorsiones.
La información fue confirmada por el presidente del Banco de Guatemala, Édgar Barquín, quien explicó que de Guatemala salen los dólares en efectivo a El Salvador y posteriormente ese dinero regresa al país a través de transferencias electrónicas.
Mientras los empresarios centroamericanos asumimos los costos de la burocracia antilavado de dinero, los grandes bancos reciben licencia para robar.
EDITORIAL
Estados Unidos ha perdido autoridad moral en la lucha contra el narcotráfico, y los países que sufren la guerra de las drogas, deben tenerlo en cuenta.
La multa irrisoria impuesta por el Departamento de Justicia de EE.UU. al banco británico HSBC -y el no enjuiciamiento de sus directivos- por incurrir en lavado de dinero de origen criminal, confirma la hipocresía de los funcionarios del país que es el principal consumidor de drogas del mundo, y cuyo Departamento de Estado se arroga el derecho de mantener listas de países que "no colaboran en la lucha contra el narcotráfico", entre otras razones por "no implementar en sus sistemas bancarios suficientes procedimientos de control del lavado de dinero".
El presidente Calderón promulgó la Ley contra el lavado de dinero, que entre otras disposiciones prohíbe las transacciones en efectivo para determinadas operaciones comerciales.
Para ello se establecen límites al uso de dinero en efectivo en operaciones relacionadas con la adquisición de bienes que rebasen las cuantías determinadas por la propia ley.
En las pequeñas economías de América Central, los efectos de la penetración del dinero del narcotráfico serían devastadores.
Aunque ya hay rumores de incremento del lavado de dinero proveniente de la comercialización de la droga en el sistema financiero centroamericano, el fenómeno está lejos de tener la magnitud que tiene en México y Colombia. Sin embargo, la presión que se está ejerciendo en esos países en contra de las actividades de los narcotraficantes, está obligando a los delincuentes a mirar hacia otros países de la región, en busca de menor represión. Los países centroamericanos son, por varias razones, entre ellas la debilidad de sus cuerpos policiales, el destino más probable de esa indeseable migración.