Las metas de productividad que la administración Solís pretendía alcanzar en la producción de maíz, arroz, papa y frijol en Costa Rica, quedarán solo en el papel.
El propósito del actual gobierno al asumir el poder en 2014 era elevar la productividad agrícola, principalmente del cultivo de granos como como el arroz, maíz y frijol, pero todo parece indicar que será una tarea casi imposible.
La producción de maíz se redujo desde 20,4 millones de quintales en la cosecha 2012/13 hasta 15,6 millones en el ciclo 2015/16, y el rendimiento por manzana cultivada también registra disminuciones.
En el caso del frijol, las cifras del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) muestran una mayor variabilidad, dependiendo de la variedad del frijol y de la cosecha, ya que en algunas se han registrado mejores resultados.
Productores de la zona sur del país reportan daños en cultivos de maíz y caña de azúcar causados por la presencia del insecto conocido como chinche de encaje.
Autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Maga) confirmaron a Prensalibre.com que alrededor de 1000 hectáreas de cultivos de maiz en Retalhuleu están afectadas por la plaga.
Gustavo Rivas, secretario general de la Asociación Nacional de Granos Básicos (Anagrab), informó que "... organizaron un taller con productores, representantes del Maga y el sector privado, para encontrar alternativas de solución al problema. 'Evaluaremos las áreas dañadas para conocer los agentes patógenos que están causando el problema y encontrar soluciones."
La carne de res, la de cerdo y la cebolla lograron mejorar su productividad entre mayo 2015 y abril 2016, mientras que en arroz, frijol y maíz blanco no se logran las metas proyectadas.
El objetivo planteado al inicio de la administración Solís de facilitar las condiciones para elevar la productividad agrícola se ha logrado a medias, ya que de los productos identificados como "sensibles", por la fuerte competencia que enfrentan a nivel externo, solo la carne de res, de cerdo y la cebolla lograron superar las metas establecidas para el primer año.
Al cierre de 2014, el 11% de la superficie total del país representaba cultivos anuales, el 14% a cultivos permanentes, 2% tierras agrícolas sin cultivo, y el resto a áreas forestales, viviendas y otros usos no agrícolas.
De la Encuesta Nacional Agropecuaria 2014 del Instituto Nacional de Estadística:
Uso de la tierra
Del marco de muestreo que es de 7,354,100 hectáreas se encontró el 11% con cultivos anuales, 14% con cultivos permanentes y 2% con tierras agrícolas sin cultivo, además 24% de pasto, 52% con bosque, matorrales y otros usos, los que constituyen áreas forestales, viviendas, traspatio y otros usos no agrícolas.