En Nicaragua en este contexto de detenciones que se han realizado en contra de líderes políticos y empresariales, ha aumentado la incertidumbre luego que las autoridades locales capturaran a Luis Alberto Rivas Anduray, Presidente Ejecutivo de Banpro.
En las últimas semanas se ha detenido a Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Felix Maradiaga Blandón y Juan Sebastian Chamorro, estas personas eran precandidatos presidenciales y se les acusa de múltiples delitos.
En Nicaragua a raíz de la captura de cuatro precandidatos presidenciales y la detención del líder empresarial José Adán Aguerri, el sector productivo pide la liberación de los presos políticos y aboga para que el gobierno se comprometa a otorgar todas las garantías democráticas.
Con la detención de Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Felix Maradiaga Blandón y Juan Sebastian Chamorro, ya son cuatro los precandidatos presidenciales que han sido apresados por las autoridades nicaragüenses.
Después que en Nicaragua se detuvieran a los precandidatos a la presidencia Cristiana Chamorro y Arturo Cruz, el sector empresarial cuestiona la "viabilidad democrática de la realización de un proceso electoral libre, justo, competitivo y transparente".
Luego que en Nicaragua se girara una orden de captura en contra de Cristiana Chamorro Barrios, precandidata presidencial independiente, el sector empresarial opina que se "evidencia la falta de voluntad del gobierno de realizar elecciones libres, justas, transparentes, competitivas y observadas".
A raíz de una acusación en contra de Cristiana María Chamorro Barrios, presentada por el Ministerio Público ante la Oficina de Recepción y Distribución de Causas y Escritos de los Juzgados de Managua, las autoridades decidieron girar una orden de allanamiento y de captura.
Luego de que en Costa Rica la UCCAEP comenzara a negociar el levantamiento de los bloqueos con el grupo autodenominado Rescate Nacional, promotor de las protestas, varias cámaras empresariales se distanciaron de esa decisión y otras han manifestado su apoyo.
Ante el caos que se vive en Costa Rica a causa de las manifestaciones y bloqueos, una parte del sector empresarial decidió, de forma unilateral, sentarse a negociar con representantes del movimiento que incita a protestar, y rechazar la convocatoria oficial planteada por el Presidente de la República.
El capitán del barco es el legítimamente designado para gobernar la nave, y no debe resignar su poder en marineros que se amotinan para fijar el rumbo que sirve a sus intereses y no al del resto de los pasajeros.
EDITORIAL
En Costa Rica el debate crucial hoy día es el peso en la economía y en la productividad del país, de un sector minoritario de funcionarios estatales que gozan de privilegios salariales y en las condiciones de trabajo, que los diferencia notoriamente del resto de los trabajadores, tanto públicos como privados.