Debido a que a raíz de la pandemia las formas de cumplir con las tareas han variado y el teletrabajo ha ganado terreno en todos los mercados, la flexibilidad en cuanto a dónde y cuándo se labora será uno de los factores que más valorarán los empleados en esta nueva realidad.
Las amenazas que representan el asistir a centros de trabajo a causa de la propagación de la Covid19, provocó que las empresas a nivel global buscaran nuevas formas de trabajo. La mayoría de equipos optó por readecuar sus dinámicas y se enfocaron en fomentar el trabajo a distancia.
El mercado laboral reporta un cambio estructural, pues cada vez son menos las personas que su trabajo les es remunerado por medio de un salario fijo y en simultáneo se incrementa el número de empleados que ganan por proyecto ejecutado.
Aunque el fenómeno se viene reportando desde hace varios años a nivel global, la pandemia aceleró este proceso, ya que la crisis económica generada por el brote del Covid19 destruyó miles de empleos formales.
Ante el abrupto cambio que generó en las empresas la nueva normalidad, los colaboradres enfrentan el reto de aumentar sus habilidades para trabajar a distancia, adaptarse a contratos más flexibles y afinar sus destrezas tecnológicas y cualidades cognitivas.
El trabajo a distancia o remoto, se ha vuelto cotidiano entre las compañías de la región, que se han tenido que acomodar a las restricciones impuestas por los gobiernos, a causa del brote de covid19.
Las restricciones al tránsito de vehículos y personas, y en algunos casos, la prohibición de laborar en oficinas, están obligando a las empresas a reinventar sus formas de operar y revolucionar su cultura laboral.
Con la propagación del covid19 se decretaron estrictas cuarentenas domiciliares en los países centroamericanos. Este escenario potenció la puesta en marcha del teletrabajo y obligó a las empresas a adaptarse a una nueva forma de operación.
Luego que fuera decretada una cuarentena domiciliar en El Salvador, el gobierno pretende prohibir el despido de los empleados que no asistan a laborar.
En el marco de la crisis que se generó por la propagación del covid19, se discute una propuesta que establece que el personal de las empresas que no tengan permitido la continuación de sus actividades deberá ser enviado a casa con goce de sueldo y prestaciones, además, que no podrán ser objeto de despido, descuentos de salario o suspensión de contrato, tampoco obligados a tomar sus vacaciones por adelantado.
A pesar que trabajar desde la casa es considerado un incentivo no salarial por la flexibilidad y beneficios que brinda al empleado, esta modalidad de trabajo aún no es tendencia para las empresas en Guatemala.
Implementar el trabajo desde casa o home office, es una modalidad cada vez más frecuente entre ejecutivos y profesionales que ven los beneficios que proporciona el teletrabajo.
Empresarios de Centroamérica y República Dominicana piden que no se ratifique el Convenio 190 de la OIT, argumentando que en los países ya existe normativa para regular acciones en materia de violencia y acoso en ambientes laborales.
La Federación de Entidades Privadas de Centroamérica, Panamá y República Dominicana (Fedepricap), por medio de un comunicado de fecha 9 de agosto informó que acordaron solicitar a los gobiernos "... la no ratificación del Convenio 190 de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), sobre el cual ya había un pronunciamiento en contra por parte de los empleadores, lo anterior con el propósito de no perjudicar la generación de empleos."
Debido a que en Guatemala no existe aun un reglamento para el empleo a tiempo parcial, los empresarios del sector textil estiman que el país pierde entre 40 y 70 mil plazas de trabajo.
Para los representantes de la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex), los altos costos de operación y mano de obra que hay en Guatemala, ocasiona que los empresarios envíen piezas cortadas a Honduras, El Salvador y Nicaragua para ser ensambladas.
La informalidad, el acceso a servicios sociales y la educación permanente, son algunos de los aspectos en los que deben enfocarse las economías de la región para mejorar la condiciones del mercado laboral.
Representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentaron en San José, Costa Rica, el reporte "Trabajar para un futuro más prometedor", elaborado por la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, el cual describe los factores que afectan al trabajo en los países de la región.
En la región centroamericana se estima que la tasa de desempleo promedio de quienes tienen entre 15 y 24 años ronda el 11%, siendo la falta de experiencia laboral la principal barrera para acceder al primer trabajo.
Según cifras del Observatorio Centroamericano de Desarrollo Social, Costa Rica y Panamá son los países de la región con mayores tasas de desempleo juvenil, con 27% y 15%, respectivamente.
Aunque surgirán nuevas ocupaciones, los cambios tecnológicos tendrán un fuerte impacto en la región centroamericana, donde existe una elevada proporción de puestos de trabajo con alto riesgo de automatización.
Según estimaciones realizadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2018 se calculaba que el 75% de los trabajadores en Guatemala y El Salvador se encuentran en ocupaciones con alto riesgo de automatización.
La Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción firmó con el principal sindicato mejoras salariales escalonadas, jornadas laborales máximas y programas de seguridad ocupacional.
50,000 obreros del sector, representados en el Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Conexos Salvadoreños (SITRACOCS), cuentan con un contrato colectivo de trabajo para el período 2014-2016 con la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (CASALCO), en el que se incluyen incentivos como mejoras en el pago por día y hora de obreros y auxiliares y obligaciones como la participación de los obreros en capacitaciones para mejorar las técnicas en construcción y seguridad ocupacional.
El preaviso no es un período de gracia, donde se suspenden las obligaciones, sino que estas persisten. La relación laboral no termina hasta el último día de prestación efectiva de labores y las faltas cometidas durante el preaviso podrán ser sancionadas.
Sanyen Sandoval M.
ssandoval@bdsasesores.com
12 de abril de 2010
En Costa Rica existe un principio constitucional de libertad de empleo y basado en este es que se protege el derecho de ambas partes de la relación laboral (patrono y trabajador) a dar por finalizada la relación laboral sin tener una causa justificada que lo autorice. Una de las obligaciones que nuestro Código de Trabajo de Costa Rica establece para la parte que desea terminar la relación es otorgar a la otra un aviso previo, con la finalidad de que se pueda preparar para el cambio. En principio este preaviso debe ser otorgado en tiempo, aunque subsidiariamente puede ser otorgado en dinero.