Según FitchRatings, aunque las perspectivas económicas son más favorables, los bancos del istmo siguen enfrentando desafíos asociados a la calidad de sus activos.
Resumen
Los sistemas bancarios centroamericanos han resistido relativamente bien la crisis financiera internacional. Aún cuando las utilidades de la banca cayeron sensiblemente en el año 2009, tal como lo había anticipado Fitch, los niveles de solvencia de la industria siguen siendo buenos. La combinación de una mayor preferencia por activos líquidos y un aumento significativos del gasto en provisiones por préstamos deteriorados ha limitado las utilidades de la mayoría de bancos; sin embargo, Fitch prevé mejores resultados en 2010 sobre la base de un probable repunte en la actividad económica.
Según FitchRatings, aunque las perspectivas económicas son más favorables, los bancos del istmo siguen enfrentando desafíos asociados a la calidad de sus activos.
Resumen
Los sistemas bancarios centroamericanos han resistido relativamente bien la crisis financiera internacional. Aún cuando las utilidades de la banca cayeron sensiblemente en el año 2009, tal como lo había anticipado Fitch, los niveles de solvencia de la industria siguen siendo buenos. La combinación de una mayor preferencia por activos líquidos y un aumento significativos del gasto en provisiones por préstamos deteriorados ha limitado las utilidades de la mayoría de bancos; sin embargo, Fitch prevé mejores resultados en 2010 sobre la base de un probable repunte en la actividad económica.
De la abundancia a la escasez: Desafíos de la banca en un entorno de estrecha liquidez.
Tras las pérdidas originadas por la crisis inmobiliaria en Estados Unidos durante el 2008, grandes bancos estadounidenses y de otros países desarrollados se han visto fuertemente debilitados y, en algunos casos, han escapado de la bancarrota gracias a la ayuda de sus gobiernos.
De la abundancia a la escasez: Desafíos de la banca en un entorno de estrecha liquidez.
Tras las pérdidas originadas por la crisis inmobiliaria en Estados Unidos durante el 2008, grandes bancos estadounidenses y de otros países desarrollados se han visto fuertemente debilitados y, en algunos casos, han escapado de la bancarrota gracias a la ayuda de sus gobiernos.