La última evaluación del PISA confirma que Costa Rica, Panamá y República Dominicana, únicos países de la región que figuran en su ranking, distan del promedio de resultados obtenidos por el grupo de naciones integrantes de la OCDE.
Aunque en los últimos diez años el gasto promedio por cada estudiante de primaria y secundaria aumentó cerca de 15% en los países de la OCDE, la mayoría de sus estados no reportan avances significativos en materia educativa.
A pesar de que Costa Rica invierte casi el 7% del PIB en educación, la eficiencia del gasto está entre las peores, cuando se compara con otros países a nivel global.
En su Memoria Anual 2018, la Contraloría de la República de Costa Rica realizó un análisis de la inversión que realiza el Estado en educación pública versus la eficiencia del gasto, que se mide en el desarrollo de las habilidades de la población estudiantil.
Centroamericanos y demás latinoamericanos viven más preocupados por lo que puede decir o hacer Trump, que por lo único que realmente puede cambiar el destino de pobreza de la región, que es la educación.
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Los resultados recién publicados de las pruebas PISA confirman que, en el mejor de los casos, los países latinoamericanos mantienen las posiciones de media tabla hacia abajo en el concierto mundial, y en el peor, se decae en esa medición objetiva de la calidad del más importante recurso para el desarrollo económico y social, la gente y su capacidad cognitiva.
Pese a su desarrollo en países de avanzada, entre ellos las socialdemocracias más consolidadas, la educación dual es frontalmente rechazada por quienes siempre se verán amenazados por cualquier cambio.
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Tal como ocurre con los sindicatos de la educación en toda Latinoamérica, donde es imperiosa la necesidad de cambios radicales en sistemas educativos que cada vez están más retrasados con respecto al resto del mundo, en Costa Rica la corporación de trabajadores de la enseñanza se opone radicalmente a cualquier cambio, incluso a aquellos que han sido probados con éxito en naciones con sistemas políticos enfocados en el bienestar social como las social democracias europeas, como lo es el de la educación dual.
El desempleo llega al 10% en una población donde el 60% de los trabajadores no completó la secundaria, pero los educadores se niegan a que se evalúe su capacidad en las materias que enseñan.
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Un artículo en Nacion.com cita declaraciones de Víctor Morales, Ministro de Trabajo, sobre el aumento del desempleo en Costa Rica: "... Hay un desajuste entre la oferta y la demanda del sector empresarial. Hay una demanda de técnicos calificados; pero la mayoría de la mano de obra costarricense es no calificada. El 60% no tiene secundaria completa; es un drama nacional."
En Costa Rica el aumento del 14% en los fondos de las universidades estatales generó discusión incluso a la interna del sector, sobre en cuales etapas de la educación la inversión produce mejores resultados económicos y más justicia social.
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El analista Francisco Villalobos en su artículo en Crhoy.com reseña los datos de la inversión que debe realizar una familia clase media en la educación de sus hijos, y señala "que el aumento presupuestario que exigimos los universitarios debe dirigirse a la educación primaria y secundaria y entonces el Estado apoyaría a las familias cuando más necesitan su apoyo."
Adoptar las pruebas PISA como herramienta base de la gestión de los sistemas educativos es imprescindible si se quiere superar las fronteras del subdesarrollo.
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No es infrecuente escuchar de boca de funcionarios de las corporaciones educativas latinoamericanas, que el sistema de evaluación PISA es "injusto", porque compara con los resultados que se obtienen en los países avanzados.
Más empleos y menos pobreza es el estribillo de los políticos centroamericanos, mientras hablan poco o nada de educación, sin la cual no hay empleo ni generación de riqueza.
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Incluso en Costa Rica, que gracias a su sistema educativo alcanzó durante el siglo pasado niveles de desarrollo superiores a los de sus vecinos, el tema educación no es prioritario en la campaña electoral en curso, pese a que a ojos vistas la educación pública costarricense pierde cada vez más alumnos, ya que los padres optan cada vez más por las escuelas y colegios privados al intentar asegurar un futuro digno para sus hijos.
Cerca de 1 millón 194 mil personas mayores de 5 años reciben algún tipo de educación, y de ellos el 22%, unos 266 mil, lo hacen en centros educativos privados.
Los datos son presentados en el artículo de Nacion.com, como derivados del Censo 2011, realizado unos meses atrás.
Los porcentajes de asistencia a centros privados disminuye a 9,6% para los alumnos de primaria, y a 11,4% para los de secundaria.
Los gerentes de las empresas que sistemáticamente pierden clientes son despedidos. Si la organización es el Ministerio de Educación, al ministro lo reeligen en el cargo.
Desde el 2006 al 2012, los precios de los colegios privados en Costa Rica se duplicaron.
EDITORIAL
En un artículo de Nacion.com se reseña que, en Costa Rica, desde el 2006 al 2012, los precios de las mensualidades para preescolar, primaria y secundaria de los colegios privados se duplicaron, y a continuación se exponen las variadas razones que sobre el tema esgrimen diversas personalidades consultadas, desde el ministro de Educación Leonardo Garnier hasta Michael Genis Murray, presidente de la Asociación de Centros Educativos Privados.
En CADE 2012 se analizará la sinergia entre educación y economía, porque para tener crecimiento económico sostenido es necesario educación con calidad y énfasis en las exigencias del mercado laboral.
CADE es un cónclave o reunión cumbre anual de ejecutivos y empresarios en general que reúne a todos los miembros de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE), con participación activa de todos sus Capítulos y cuyo propósito principal es discutir, analizar y buscar soluciones a los problemas nacionales.
El joven latinoamericano promedio no cuenta con las capacidades mínimas para resolver problemas básicos de la vida real.
Del resumen ejecutivo del libro "Desconectados: Habilidades, educación y empleo en América Latina":
"..la transición de la escuela al trabajo para los jóvenes de hoy es más difícil que para sus pares de hace apenas unas décadas. Las habilidades adquiridas en la secundaria son menos valoradas por los empleadores, como lo demuestra la importante caída registrada en la prima pagada a estos trabajadores vis a vis aquellos con menores niveles de educación."