La última evaluación del PISA confirma que Costa Rica, Panamá y República Dominicana, únicos países de la región que figuran en su ranking, distan del promedio de resultados obtenidos por el grupo de naciones integrantes de la OCDE.
Aunque en los últimos diez años el gasto promedio por cada estudiante de primaria y secundaria aumentó cerca de 15% en los países de la OCDE, la mayoría de sus estados no reportan avances significativos en materia educativa.
El desempleo llega al 10% en una población donde el 60% de los trabajadores no completó la secundaria, pero los educadores se niegan a que se evalúe su capacidad en las materias que enseñan.
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Un artículo en Nacion.com cita declaraciones de Víctor Morales, Ministro de Trabajo, sobre el aumento del desempleo en Costa Rica: "... Hay un desajuste entre la oferta y la demanda del sector empresarial. Hay una demanda de técnicos calificados; pero la mayoría de la mano de obra costarricense es no calificada. El 60% no tiene secundaria completa; es un drama nacional."
Adoptar las pruebas PISA como herramienta base de la gestión de los sistemas educativos es imprescindible si se quiere superar las fronteras del subdesarrollo.
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No es infrecuente escuchar de boca de funcionarios de las corporaciones educativas latinoamericanas, que el sistema de evaluación PISA es "injusto", porque compara con los resultados que se obtienen en los países avanzados.
Los exámenes PISA señalan que los estudiantes más adinerados de Costa Rica saben menos matemática que los estudiantes más pobres de varios países.
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La globalización avanza inexorable y los tratados de libre comercio que se firman entre las naciones refuerzan sus efectos. En ese entorno, la competitividad que logren las economías es la clave para la determinación de quienes serán más o menos pobres, o más o menos ricos.
Más empleos y menos pobreza es el estribillo de los políticos centroamericanos, mientras hablan poco o nada de educación, sin la cual no hay empleo ni generación de riqueza.
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Incluso en Costa Rica, que gracias a su sistema educativo alcanzó durante el siglo pasado niveles de desarrollo superiores a los de sus vecinos, el tema educación no es prioritario en la campaña electoral en curso, pese a que a ojos vistas la educación pública costarricense pierde cada vez más alumnos, ya que los padres optan cada vez más por las escuelas y colegios privados al intentar asegurar un futuro digno para sus hijos.
Es en estos tiempos de crisis que es más clara la necesidad de estar mejor preparados académicamente, y el cómo hacerlo obliga a un concienzudo análisis.
Nancy Cueto, directora de Desarrollo Internacional de IE University, señala en su artículo publicado en Americaeconomia.com: "Los estudios de posgrado son siempre un impulso de la carrera profesional, pero dependerá de un enfoque correcto que este despegue sea aun más provechoso y que la inversión en esta educación sea más rentable."