Cuando las economías de Centroamérica comiencen a flexibilizar las restricciones que se han tomado para evitar la propagación del covid19, se pronostica que en el renglón de carnes procesadas, las ventas de jamón de cerdo serán de las que más se contraerán.
A través de un modelo de sensibilidad de demanda-ingreso, desarrollado por el Área de Inteligencia Comercial de CentralAmericaData, se pueden proyectar las variaciones que sufrirá la demanda de los hogares por diferentes bienes y servicios a medida de que se superen las fases más críticas de la propagación del covid19 y que se vayan levantando las medidas de restricción de movilidad en los países de la región.
Debido a que en los mercados más importantes a nivel global está creciendo con rapidez la preferencia por carne "vegetal", o elaborada a base de plantas, grupos empresariales de la industria alimentaria han comenzando a realizar inversiones para satisfacer este novedoso y creciente nicho de mercado.
Alimentos que antes eran considerados de consumo exclusivo de personas veganas o vegetarianas, en la actualidad se están popularizando y en el caso de Estados Unidos, en los supermercados cada vez es más normal ver productos de carne fabricados a base de plantas.
El consumo anual per cápita de carne de pollo en los países centroamericanos aumentó desde 19,8 kilos en 2008 a 25,9 kilos en 2016, y el crecimiento fue impulsado principalmente por Panamá.
La tendencia al alza en el consumo regional de carne de pollo ha sido constante en los últimos años, creciendo desde 814 mil toneladas en 2008 hasta 1,2 millones de toneladas en 2016.