El Banco Mundial mejoró a todas las economías centroamericanas las proyecciones de crecimiento económico para 2021, siendo Honduras, El Salvador y Panamá los países que tienen los pronósticos más prometedores.
En junio de 2020, cuando comenzaban a reportarse los efectos sanitarios y económicos de la pandemia que provocó el brote de covid19, el Banco Mundial pronosticó que en 2021 el Producto Interno Bruto de Nicaragua mermaría en -1,6%, pero en una publicación de enero de 2021 proyecta que la caída será de -0,9%.
A causa de la caída de la actividad económica y las restricciones impuestas para contener la propagación del covid19, empresarios de Costa Rica y Panamá pronostican que el proceso de recuperación económica no se completará en el futuro cercano.
En este escenario de crisis que generó el brote de covid19, la economía costarricense no da claras señales de recuperación, pues durante noviembre de 2020 el Índice Mensual de Actividad Económica reportó una caída interanual de 6,2%, merma similar a la reportada en octubre, cuando fue de 6,3%.
Aunque las fiestas de fin de año son una amenaza para que en Centroamérica se registre una segunda ola de contagios de covid19, se prevé que no se decreten cierres totales pues en la actualidad hay opciones eficaces de control en materia de salud, y menos costosas para la economía.
Cuando en marzo de 2020 se reportaron los primeros casos de covid19 en la región, la mayoría de gobiernos decidieron paralizar gran parte de las actividades productivas y decretar cuarentenas domiciliares. Estas acciones enfocadas en contener el avance del virus provocaron una severa crisis económica en todos los países.
A partir de junio las economías centroamericanas comenzaron a dar señales de incipiente recuperación y al mes de agosto Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, registraban las menores caídas en sus niveles de actividad económica.
Desde marzo de este año la región ha enfrentado una severa crisis económica que se generó a raíz del brote de covid19.
De acuerdo a los pronósticos del FMI, Panamá y El Salvador son las economías que en 2020 reportarán las peores caídas en su producción, mientras que Guatemala sería el país de la región que saldrá mejor librado de esta crisis económica y sanitaria.
Por la severa crisis económica que se generó a causa del brote de covid19, las proyecciones de crecimiento económico calculadas por los organismos internacionales no son nada alentadores para Centroamérica.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe pronostica que la economía centroamericana se contraerá 6% en 2020, debido a la crisis que ha provocado la pandemia del covid-19.
El organismo internacional publicó el 15 de julio las actualizaciones de las proyecciones de crecimiento económico para los países de América Latina y el Caribe y recalcó que anto los choques externos como domésticos han resultado más fuertes de lo previsto en abril pasado, lo que ha llevado a una revisión a la baja de las cifras.
El Banco Mundial proyecta que la economía de América Central se contraerá este año un 3,6%, debido a las restricciones en la circulación, la merma de las remesas y del turismo, y la caída en los precios agrícolas.
El impacto súbito y generalizado de la pandemia del coronavirus y las medidas de suspensión de las actividades que se adoptaron para contenerla han ocasionado una drástica contracción en la economía global, que, según las previsiones del Banco Mundial, se reducirá un 5,2% este año, informó la entidad el 8 de junio.
Durante el cuarto trimestre de 2019 las ventas de la cadena Walmart aumentaron de forma interanual en todos los países de la región, excepto en Costa Rica, donde cayeron debido al menor dinamismo de la actividad económica local.
Parece que los indicios de recuperación reportados en la economía costarricense en la segunda mitad de 2019, no han sido suficientes para potenciar el comercio al por menor, ya que una de las cadenas de supermercados más importantes registra una caída en sus ventas.
En su última actualización de las proyecciones de crecimiento económico para 2019, CEPAL estima que República Dominicana cerrará el año con un incremento de 5%, seguido de Panamá, que alcanzaría una tasa de crecimiento de 3,7%.
De acuerdo a las proyecciones de crecimiento económico para América Latina, que fueron estimadas por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y actualizadas en noviembre, República Dominicana será el país de la región que más incrementará su producción este año.
Después de que en 2018 las economías de la región en su conjunto crecieran 2,6%, el FMI estima que el 2019 cerraría con un alza de 2,7% y en 2020 podría llegar a 3,4%.
El documento "Perspectivas de la Economía Mundial", elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), precisa que para Panamá se redujo de 5% a 4,3% la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2019.
Conocer el entorno económico al que se enfrenta la empresa, generar proyecciones en tiempo real y contar con la opinión de asesores externos a la organización, son algunas de las estrategias que podrían ayudar a las compañías en tiempos de ventas bajas.
En Centroamérica, durante la primera mitad del año, algunas economías reportaron bajas en su actividad productiva. El caso más difícil es el de Nicaragua, donde la actividad económica se ha desplomado 7% en el último año. Sin embargo, otros países enfrentan situaciones adversas, como es el caso de Costa Rica, cuyo nivel de actividad económica viene mostrando una tendencia la baja durante el último año y medio.
Evitar hacer descuentos de forma apresurada, administrar aumentos de precios de acuerdo a los costos y mejorar el flujo de caja, son algunas de las estrategias a las que pueden recurrir las empresas para proteger su rentabilidad en contextos de inflación y recesión.
Ariel Baños, especialista en gestión de precios y fundador de Fijaciondeprecios.com, explica cuatro estrategias para mantener la rentabilidad, cuando las empresas se enfrentan a escenarios de aumento de precios y bajo dinamismo en la actividad económica.
Ante la amenaza de una desaceleración de la economía mundial y la posibilidad de que EE.UU. entre en recesión el próximo año, empresarios de la región aseguran que para mitigar los posibles efectos adversos, es clave diversificar los destinos de las exportaciones.
Analistas del mercado aseguran que la desaceleración en la actividad económica de Estados Unidos ya es una realidad, y que sobre lo que aún no hay claridad absoluta, es la posibilidad de que la economía entre en recesión el próximo año. La reciente inversión de la curva de bonos de EE.UU., que históricamente ha sido la señal que alerta una recesión en el corto plazo, podría no significar lo mismo en esta ocasión, aseguran algunas casas de bolsa estadounidense.
Hacer proyecciones reales de ventas, segmentar precios y diseñar opciones de ahorro, son algunas de las estrategias a las que pueden recurrir las empresas para proteger su rentabilidad en contextos de inflación y recesión.
Ariel Baños, especialista en gestión de precios y fundador de Fijaciondeprecios.com, detalla las técnicas que podrían ayudar a las empresas a evitar efectos negativos en sus finanzas, cuando se enfrentan a escenarios de aumento de precios y bajo dinamismo en la actividad económica.
En tiempos de baja en la actividad económica, las empresas deben realizar una revisión inmediata de los modelos de negocio y a la vez identificar las oportunidades que surgen derivado de la creación de nuevos nichos de mercado.
En Centroamérica, durante la primera mitad del año, por lo menos cuatro de las seis economías reportaron bajas en la actividad productiva.