Argumentando que reciben un trato injusto en los demás países de la región, choferes costarricenses de vehículos de transporte de carga obstaculizan el tránsito por los puestos fronterizos de Peñas Blancas y Paso Canoas.
Las protestas que se realizan en Costa Rica, que afectan la circulación vehicular en el país y el paso por las fronteras, repercutirán en el corto plazo en el comercio intrarregional y en los costos del transporte de carga.
Para acceder al crédito de $1.750 millones que pretende solicitar al Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Costa Rica propuso gravar las transacciones financieras, elevar el impuesto a las utilidades de empresas y personas, e incrementar el impuesto a los bienes inmuebles.
Autoridades locales decidieron ampliar de 3 a 10 días, el período máximo que se les permite a los conductores del transporte de carga internacional, para permanecer en territorio salvadoreño para que descarguen o carguen mercaderías.
Por la propagación del covid19 Costa Rica fue el primer país que impuso restricciones a las unidades de transporte de carga de los demás países de la región.
En la actualidad transportar mercancías vía marítima entre los países centroamericanos puede incrementar los costos del flete en al menos 60% comparado con la opción terrestre, lo que representa un obstáculo al cambio en la modalidad del trasiego de mercadería en la región.
A raíz del cierre del paso aduanero de Peñas Blancas, frontera entre Costa Rica y Nicaragua, algunos empresarios de la región tuvieron que recurrir a la vía marítima para lograr entregar sus pedidos.
El gobierno panameño anunció que llegó a un acuerdo con las autoridades de Costa Rica, para que a las unidades de transporte pesado panameñas se les conceda un lapso de 72 horas, para realizar la carga y descarga de mercancías en recintos fiscales.
Debido a que El Salvador, Costa Rica y Panamá, han dispuesto limitar a 72 horas el tiempo máximo que pueden permanecer los conductores de transporte de carga que operan en la región, cientos de unidades han decidido paralizar sus operaciones como medida de presión.
Por la crisis sanitaria que deriva del brote de covid19, las autoridades salvadoreñas, costarricenses y panameñas decidieron que los pilotos de las unidades de transporte de carga que ingresan al país, tenga sólo 72 horas para hacer los trámites en las fronteras, y para descargar y volver a cargar las mercancías de los vehículos.
Autoridades locales anunciaron que desde el 7 de marzo los vehículos de transporte de carga que transiten por el país y que viajen desde Costa Rica, ya no pagarán $50 en las aduanas nicaragüenses.
Luego de que las autoridades nicaragüenses impusieran en sus aduanas un pago de $50 a cada vehículo de carga que transite por su territorio, Costa Rica solicitó una reunión para revisar el tema.
El 15 de marzo de este año las autoridades nicaragüenses comenzaron a cobrar un impuesto aduanero al transporte de carga en tránsito o con destino final en el país, que consiste en el pago de $50 por cada unidad de transporte de mercancías que pase las aduanas terrestres.
Además de los problemas usuales de delincuencia que enfrentan los transportistas de carga en el Triangulo Norte, la gremial denuncia un incremento en los robos en las carreteras de Costa Rica.
La desigualdad y falta de coordinación en las medidas de seguridad que implementan cada uno de los países centroamericanos impide lograr mejores resultados en el combate a los robos de camiones de mercancías.
La manía regulatoria con la que la burocracia alimenta su existencia quita flexibilidad a la utilización de los recursos de la economía, retrasando el desarrollo.
EDITORIAL
Para los países centroamericanos será imposible el progreso si cada actividad comercial nueva debe ser previamente autorizada por un funcionario público. En la región no se practica aquello de que se puede hacer todo lo que no está prohibido, sino que la cultura general indica que solo se puede hacer lo que el Estado autorizó a hacer.
A partir de julio un furgón de carga podría viajar por mar entre ambos puertos en una travesía de 16 horas más tiempos en puerto, con un costo base de $800.
El largamente anunciado ferry entre puertos del Pacífico de Centroamérica estaría a punto de iniciar operaciones, según comunicado conjunto de la empresa Naviera Bajos del Odiel y el Gobierno de Costa Rica.
Transportistas provenientes de Guatemala bloquearon el paso por la aduana en Pedro de Alvarado, Jutiapa, denunciando lentitud excesiva de trámites para ingresar a El Salvador.
La lentitud de los trámites aduaneros producto de la caída del sistema informático provocó que unos 300 transportistas bloquearan con sus unidades desde el domingo 28 de febrero el paso hacia la aduana en Ciudad Pedro de Alvarado, ubicada en Moyuta, departamento guatemalteco de Jutiapa, fronterizo con El Salvador.
Gobierno y gremial acordaron reunirse en los próximos días para resolver los reclamos del sector, que resultaron en dos días de paro y pérdidas comerciales por al menos $10 millones.
El paro de transportistas en la frontera entre Costa Rica y Panamá, promovido por la Cámara Nacional de Transporte de Carga (Canacarga) y el Sindicato de Camioneros de Chiriquí (Sicachi), quedó suspendido la noche del 16 de febrero, luego de que una comitiva del Gobierno de Panamá se trasladara desde la capital hasta la provincia de Chiriquí.
El sindicato agotó diálogo con el gobierno regional de Chiriquí y mantiene bloqueado el paso en frontera a transportistas de carga de Centroamérica.
El gobierno provincial de Chiriquí no logró evitar que los transportistas panameños organizados por la Cámara Nacional de Transporte de Carga de Panamá (Canatraca) bloquearan indefinidamente el acceso de camiones por la frontera de Paso Canoas (información al cierre de la edición a las 3:30 pm).
Los ministros de transporte aprobaron un documento que establece el control del tránsito y un acuerdo regional sobre circulación en carreteras en materia de pesos y dimensiones de vehículos de carga.
El ministro de Obras Públicas de El Salvador, Gerson Martínez, señaló que "...es un manual único para toda la región, que incluye signos, símbolos, señalización (vial), porque si cada país tiene señales distintas, entonces eso genera una situaciones impredecibles en el camino y, por consiguiente, alto riesgo para el transporte y las personas."