El supervisor de telecomunicaciones y los principales operadores acordaron poner en marcha la portabilidad numérica en noviembre de 2013.
Tras alegar que le era imposible técnicamente implementar los equipos necesarios sino hasta marzo del 2014, "el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) accedió a acelerar la compra de los equipos para implementar la portabilidad numérica, mientras los operadores Claro y Movistar flexibilizaron los plazos para desarrollar el sistema que habían sido acordados meses atrás", reseña el artículo de Elfinancierocr.com.
La estatal de telecomunicaciones de Costa Rica se aleja del fin que justifica su existencia e impide el ejercicio de la voluntad popular de apertura del mercado celular.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), tras utilizar todas las chicanas legales imaginables para impedir la puesta en marcha de la portabilidad numérica, ahora simplemente dice "NO FIRMO", aduciendo insolvencia técnica para poder integrarse al sistema que permite a los usuarios migrar de un proveedor de comunicación celular a otro, manteniendo su número telefónico.
Costa Rica está más que preparada para entrar a la era LTE, la tecnología que soporta la redes de cuarta generación celular.
El artículo en Elfinancierocr.com reseña que "En el foro sobre la gestión del espectro radioeléctrico, organizado por la Cámara Costarricense - Norteamericana de Comercio, el gran ausente fue el ICE."
Las empresas Claro y Movistar quieren más espacio en el espectro radioeléctrico, con el fin de introducir nuevas tecnologías para aumentar la velocidad de internet celular en Costa Rica.
Sin la interconexión completa ni la portabilidad numérica, la estatal de telecomunicaciones conserva una ventaja desmedida, contraria a la igualdad de condiciones esperada por los operadores privados.
El artículo editorial publicado en Nacion.com reseña que, en Costa Rica, la apertura del mercado de telecomunicaciones es aún incompleta, y señala la resistencia del Instituto Costarricense de Electricidad, que hasta el año pasado detentaba el monopolio de las telecomunicaciones, como el responsable de esta situación.
La empresa estatal de las comunicaciones de Costa Rica ya interpuso veinte recursos intentando frenar la portabilidad numérica.
Las encuestas dicen que los usuarios de celulares no muestran por ahora demasiada inclinación a cambiar de proveedor del servicio. Los nuevos operadores están demorados en alcanzar cobertura en todo el territorio costarricense, entre otros factores, por las dificultades que tienen para lograr los permisos necesarios a nivel municipios, para instalar sus antenas.
La apertura de las telecomunicaciones en Costa Rica sigue entorpecida por la burocracia y la falta de acuerdos que favorecerían a los consumidores.
Son todavía 13 los municipios costarricenses donde no se autoriza el levantamiento de torres de telefonía celular "dizque" por la falta de reglamentación al respecto, o porque la reglamentación, si existe, contiene exigencias desproporcionadas, "que prácticamente impiden colocar las estructuras."
Cumplido un año de libre competencia en las comunicaciones móviles, los cambios que se han producido revelan un mercado diferente al que muchos esperaban.
La transformación del mercado fue rápida y con matices sorprendentes. La penetración celular sobrepasó raudamente el 100%, mientras el uso de Internet por celular excedió los pronósticos.
El artículo de Pablo Fonseca en Nacion.com reseña que "Aunque más cambios vendrán en el corto y mediano plazo, es bueno hacer un balance. Muchos tuvimos claro que el mercado costarricense no era un mercado común y corriente y que había ciertas características que se debían tomar muy en cuenta a la hora de abordarlo, como por ejemplo, su sed de tecnología, el nivel de información que maneja, la exigencia que hace por recibir lo que le ofrecen y el nivel de gasto dispuesto a hacer por un terminal (¿recuerdan cuando al ICE se le quedaron los iPhone más baratos que comenzó a vender en diciembre pasado?). "
Desde la ruptura formal del monopolio de comunicaciones detentado por la telecom estatal ICE, las líneas celulares adjudicadas crecieron de 3,9 a 5,3 millones.
El artículo en Elfinancierocr.com reseña que ésta información se obtuvo "mediante un recurso de amparo ante la Sala Constitucional, que obligó a la Sutel a brindar la cantidad de líneas que poseía el ICE a noviembre del 2011, lo cual era considerado un tema estratégico por la empresa estatal y el ente regulador."
En una nueva etapa de la liberalización de las comunicaciones, se comienza a agitar la competencia en los servicios de televisión e Internet satelital.
El artículo en Elfinancierocr.com reseña que "La empresa mexicana Claro y la estadounidense Datzap serán las primeras en ofrecer servicios satelitales en el país, siguiente fase en la apertura del mercado de telecomunicaciones.
La apertura de las telecomunicaciones en Costa Rica promueve la modernización y aumento de la oferta de los servicios de TV por cable.
El artículo en Nación.com reseña que "La entrada del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) con servicios de televisión, y de nuevos operadores como Claro y Repretel con televisión satelital, augura un fuerte auge de los servicios por suscripción, tan radical como el de la telefonía móvil."
Las trabas que enfrentan en Costa Rica las empresas Claro y Movistar ya han detenido inversiones por más de $300 millones.
El artículo en Elfinancierocr.com reseña que George Miley, presidente ya renunciante de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) advierte que "urge un mayor empuje del Gobierno para nivelar la cancha en la industria del sector, ya que el país ha dejado de percibir entre $300 y $400 millones de inversión extranjera en el último año, por los problemas que enfrentan Claro y Movistar para desarrollar su red."
Anuncian en Costa Rica la licitación de proyectos para dar a comunidades rurales cobertura de telefonía móvil y fija, con financiación del Fondo Nacional de Telecomunicaciones.
El Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) se nutre con los pagos por las licencias de operación adjudicadas a los operadores de telecomunicaciones como Claro y Movistar, y actualmente dispone de $190 millones que debe emplear en promover el acceso a servicios de telecomunicaciones de calidad, de manera oportuna, eficiente y a precios asequibles y competitivos, a los habitantes de las zonas del país donde el costo de las inversiones para la instalación y el mantenimiento de la infraestructura hace que el suministro de estos servicios no sea financieramente rentable.
La tecnología que se instala en las torres es del Siglo XXI. La burocracia que las autoriza es del Siglo XIX.
El progreso de las comunicaciones se enlentece en Costa Rica, y las empresas de telefonía celular no pueden cumplir con los plazos establecidos para lograr la cobertura territorial necesaria, porque los municipios demoran hasta 5 meses y medio para autorizar cada torre.
La adaptación a un mercado de libre competencia le cuesta al Instituto Costarricense de Electricidad, que durante el 2011 acumuló pérdidas por $40 millones y una rentabilidad negativa de 2.1%.
Ya durante el 2011 el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) debió "solicitar dispensas o enmiendas a ocho de sus acreedores", reseña el artículo en Elfinancierocr.com, debido a que no mantuvo los indicadores financieros necesarios para dar confianza a los bancos.
Entre ambas operadoras venden 100.000 nuevas líneas cada mes y se han hecho ya de una participación de mercado del 20%.
“En la actualidad, entre Claro y Movistar tienen un 20% del mercado. El crecimiento de estas empresas es de aproximadamente 100.000 líneas al mes, entre ambas”, afirmó George Miley, miembro del Consejo de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), al portal informativo Signals Telecom News.