Después que en Costa Rica concluyera el diálogo multisectorial, las principales calificadoras de riesgo coinciden en que debido a que los acuerdos suscritos para reducir el déficit son insuficientes, el gobierno deberá ejecutar de forma oportuna sus políticas fiscales.
Aunque la situación fiscal de Costa Rica ya era precaria desde antes que comenzara la crisis sanitaria y económica que provocó el brote de covid19, el escenario comenzó a empeorar desde marzo de este año.
Las últimas calificaciones de riesgo para la emisión de deuda a largo plazo de las economías centroamericanas, identifican a Panamá como el país más atractivo para invertir.
El pasado 8 de marzo la calificadora Moody's decidió elevar de Baa2 a Baa1 la calificación de emisor a largo plazo en moneda extranjera, argumentando que las perspectivas siguen siendo más favorables en el mediano plazo.
Standard and Poor’s anunció que redujo la calificación de riesgo de los bonos costarricenses desde BB- a B+, sumándose a la rebaja que hizo Moody's a inicios de diciembre.
La calificadora de riesgo Standard and Poor’s (S&P) informó que la decisión fue tomada debido a que la situación fiscal del país podría generar un aumento continuo en la carga neta de la deuda del gobierno general.
La calificadora redujo de Ba2 a Ba1 las calificaciones del emisor de bonos a largo plazo y bonos senior no garantizados del Gobierno de Costa Rica, y cambió la perspectiva a negativa.
Según Moody's entre las principales determinantes de la rebaja figura el empeoramiento continuo y proyectado de las métricas de deuda en la parte posterior de grandes déficits a pesar de los esfuerzos de consolidación fiscal.
Fitch Ratings informó que el país está en observación y por ahora mantiene la calificación en BB, a la espera de lo que pase con la reforma fiscal y el pago de la deuda del gobierno a fin de año.
Mediante un comunicado Fitch Ratings, calificadora de riesgo estadounidense, informó el 15 de noviembre que Costa Rica estaría cerca de una rebaja de calificación soberana, debido a la situación que atraviesan las finanzas públicas del país.
Moody’s colocó en revisión a la baja las calificaciones de emisor a largo plazo y las de los bonos no garantizados del gobierno de Costa Rica.
Ayer la calificadora de riesgo informó que las expectativas de un empeoramiento continuo de los indicadores fiscales y la evidencia de un aumento en las necesidades de financiamiento, son algunas de las razones detrás de la decisión de revisar la calificación de deuda del país.
La calificadora cambió la perspectiva de la nota de estable a negativa advirtiendo que persiste la falta de consenso político para aprobar un ajuste fiscal que reduzca gastos y mejore la relación deuda/PIB.
Del comunicado de Moody’s's Investors:
Nueva York, 08 de febrero, 2016 - Moody’s Investors (Moody’s) ha cambiado hoy la perspectiva de la calificación de la deuda de Costa Rica de estable a negativa.
Un anuncio de Moody’s confirma el poco margen de maniobra que le queda al país para obtener financiamiento externo, comprometiendo el acceso al crédito para el sector privado.
Costa Rica recibió una nueva luz de alerta sobre la falta de acceso a fondos en el mercado internacional que alivien su creciente déficit fiscal. Luego de descartar la compra de $1.000 millones en bonos por parte de China, la agencia calificadora Moody’s anticipó un alza en las tasas de interés del país y un deterioro del crédito y del crecimiento.
Fitch, Moody's y Standard & Poor's vuelven a advertir sobre la necesidad de generar más ingresos y recortar el gasto público para evitar "consecuencias negativas en la calificación".
En promedio las agencias dan un plazo de 12 a 18 meses para que el déficit fiscal y el endeudamiento público se estabilicen, y a la vez aclaran que "... la presentación de las reformas fiscales no es suficiente para garantizar una buena perspectiva del país." Las calificaciones otorgadas por las agencias son una guía sobre todo para los que realizan inversiones extranjeras directas.
Al mes de mayo, la banca panameña encabeza el ranking de ganancias en Centroamérica, seguida de la de Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, en este orden.
El informe de la Calificadora de Riesgo Equilibrium, afiliada a Moody’s, afirma que el sector bancario de la región —conformado por 118 bancos— registra “una mejora sustancial” de sus utilidades y de su desempeño, con respecto a la crisis financiera y económica mundial de 2008 y 2009.
Standard & Poor´s mantuvo la calificación "BB" de Costa Rica (inversión especulativa), no ratificando el ascenso otorgado por Moody's en setiembre 2010.
El reporte "Hoy en el Mercado" de Aldesa, señala que:
"La prestigiosa calificadora de riesgo crediticio, Standard & Poor´s (S&P), ratificó la calificación “BB” de la deuda soberana de Costa Rica, asignándole una perspectiva estable.
Persiste en los países de Centroamérica la necesidad de mejorar el bienestar económico para alcanzar el grado de inversión.
El Informe Trimestral de Riesgo País a Junio de 2010 de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (SECMCA), señala dentro del panorama general, que "Moody’s Investor Service modificó al alza durante el segundo trimestre las calificaciones de riesgo país en moneda extranjera de Guatemala, Nicaragua y República Dominicana. Algunos de los criterios sobre los que sustentó dichos cambios fueron: para el caso de Guatemala, un ambiente macroeconómico estable, apoyado en políticas fiscales y monetarias prudentes; para Nicaragua, mejorías en los principales indicadores de deuda y en general bajos déficits fiscales; y, en el caso de la República Dominicana, un nivel de resistencia económica y financiera, mayor a lo esperado, ante los shocks externos.
La dificultad para acceder a fondos por parte de empresas emisoras de América Latina se incrementó en el último año, señaló la calificadora de riesgo Moody's.
Pese a ello la agencia recalcó que los emisores no financieros de la región tienen una exposición manejable debido a su acceso a los mercados de capitales locales, su estrecha relación con la banca y el relativamente fuerte crecimiento económico.
Moody's mantuvo la calificación Ba1 para los bonos del Gobierno, un nivel bajo el grado de inversión, pero la perspectiva fue elevada de estable a positivo.
Si la firma eleva la calificación, Costa Rica se uniría a Brasil y Perú entre los países latinoamericanos cuyas calificaciones alcanzaron el grado de inversión en los últimos meses.
La mejora en el panorama para las calificaciones soberanas en moneda local y extranjera de Costa Rica se produce en parte porque la mayor parte de la deuda pública del país es en moneda local y está en manos de entidades públicas. Esto contrarresta los riesgos que podrían originarse con un poco probable abandono del régimen cambiario actual, sostuvo Alessandra Alecci, vicepresidenta y analista senior de Moody’s.