Solicitar más créditos o emitir bonos puente son las opciones que evalúa el ministerio de Hacienda para captar los fondos que faltan para cubrir el déficit del presupuesto 2018.
A los fondos que necesita la administración Sánchez Cerén para terminar el 2017, se suma el faltante para cubrir el presupuesto del año próximo. Los fondos necesarios son para el subsidio al gas propano y para el pago de la deuda de los Certificado de Inversión Previsional (CIP). Se estima que el faltante es de al menos $925 millones, según explicaciones del ministro de Hacienda, Carlos Cáceres.
El gobierno ya llegó al 72% del monto máximo de emisión de Letras del Tesoro permitido por la ley, y solo le quedan $370 millones disponibles para endeudarse este año.
Ante la crítica situación fiscal, la administración Sánchez Cerén insiste a la Asamblea Legislativa para que apruebe el proyecto de ley para emitir otros $1200 millones en títulos de deuda.
La demora en el pago correspondiente a julio a las empresas proveedoras del Estado refleja la complicada situación de las finanzas públicas de El Salvador.
Argumentando que "...julio fue un mes muy malo para la caja fiscal", el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, justificó el retraso en el pago a las empresas proveedoras de bienes y servicios. Según el ministro, en julio el gobierno "...tuvo que pagar $260 millones en deuda externa y Letes".
En lugar de reducir el gasto, el Estado volvió a pedir a la Asamblea Legislativa aprobación para endeudarse por otros $900 millones, lo que llevaría la deuda total a la cifra récord de casi $17 mil millones.
Actualmente se estima que el PIB ronda los $25 mil millones, lo que significa que la deuda estatal representa el 68% de la producción nacional, sin contar el pago de intereses.
El Ministerio de Hacienda prevé realizar antes de finalizar el año la colocación del saldo de los $1.150 millones aprobados en mayo por el Congreso.
En medio de críticas de la oposición y del sector privado por el continuo aumento en la deuda pública, el gobierno prepara para antes de fin de año la emisión de $350 millones, el restante de los $110 millones cuya aprobación fue solicitada -y aprobada- por el Congreso en mayo.
La oposición en la Asamblea reclama al Gobierno la aprobación del proyecto de ley de responsabilidad fiscal antes de aprobar emisión de deuda por $1.150 millones y el paquete de impuestos propuesto.
Los congresistas argumentaron que es necesario escudriñar a fondo el texto de las reformas propuestas, que es incierto el destino que hará el gobierno con los fondos obtenidos y que deben buscarse estrategias que reactiven la economía nacional de manera que se asegure la liquidez del estado en lugar de continuar endeudando al país.
La deuda pública de El Salvador suma a mayo de 2013 un total de $13,429 millones, que representan un 53,8% del Producto Interno Bruto del País.
El artículo en Eleconomista.net reseña que "A mayo de este año la deuda pública de El Salvador, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), ascendió a 53,8%, lo que representó un total de $13.429,4 millones. Eso quiere decir que por cada dólar que la economía salvadoreña produce, un poco más de la mitad es deuda."
Según proyecciones del Ministerio de Hacienda, el déficit fiscal salvadoreño cerrará este año en $958 millones, equivalentes al 4% del Producto Interno Bruto.
Sobre el tema, el Secretario Técnico de la Presidencia, Alexander Segovia, señaló que esperan un déficit menor al cierre del año, "Le puedo asegurar que va a ser menos del 4%, de lo que se está planteando."
"El excesivo endeudamiento es como un cáncer silencioso, que va minando poco a poco la salud económica del país y cuando se le descubre es demasiado tarde".
El artículo de Claudio M. de Rosa en Laprensagrafica.com señala una de las peores características del aumento de la deuda pública: los síntomas de la enfermedad no son evidentes para el público en general: "El Gobierno sigue funcionando, los empleados reciben sus salarios y, aunque con retrasos, los proveedores reciben sus pagos."
Para paliar el creciente déficit fiscal, el Gobierno ha presentado una serie de préstamos para la aprobación de los legisladores de la actual Asamblea Legislativa, que cambiará a fines de abril.
El Salvador enfrenta una difícil situación fiscal y macroeconómica con bajo crecimiento, alto endeudamiento del Estado, aumento del déficit por un excesivo gasto público y la falta de un acuerdo con el FMI desde finales de 2011.
Catástrofes naturales y otros factores influyeron en esa situación en 2011; acuerdos con el FMI a revisión.
Los gastos del Estado salvadoreño superaron en $900 millones a sus ingresos totales durante 2011, según los cálculos preliminares a diciembre del Ministerio de Hacienda (MH), reporta la edición digital de La Prensa Gráfica.
El déficit fiscal equivale a un 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB), dijo el titular de la cartera, Carlos Cáceres. “El ajuste ha sido muy grande. Esperamos bajarlo al 4% cuando se consolide la información de diciembre”, explicó Cáceres.
Al mes de setiembre de 2011, la deuda pública salvadoreña marcó un nuevo récord histórico, al superar la registrada en 1990, cuando llegó a significar el 50% del PIB del país.
Desde 1990 a 1998 la relación entre deuda pública y producto interno bruto (PIB) disminuyó hasta 27%. Desde ese último año la relación volvió a crecer en forma constante, y en el 2009 llegó nuevamente al 50%. Ahora, esa relación es de 51,7%.
Más de $350 millones que no estaban contemplados en el presupuesto inicial fueron gastados este año.
El incremento en los gastos y la reducción de los ingresos del Gobierno han derivado en una delicada situación financiera, que se materializa en un creciente déficit fiscal.
La velocidad con que crece el endeudamiento pone en riesgo la capacidad de pago futura.
Solo entre enero y mayo la deuda del país creció a un ritmo de $6 millones por día, lo cual genera importantes señales de alerta, pues de continuar aumentando a este ritmo, el país podría enfrentar dificultades para hacer frente a las obligaciones en el futuro.
Actualmente el nivel de deuda pública, que no contempla el endeudamiento del sector público financiero, podría cerrar el 2011 en un monto equivalente al 11% del PIB.
El gobierno estima gastar más de $426 millones en subvenciones este año.
Los gastos que realiza el gobierno por concepto de subsidios estatales, como las transferencias a consumidores de energía inferiores a 99 kilovatios hora por mes, están complicando el estado de las finanzas públicas.