Los responsables de la logística necesitan implementar la inteligencia de localización en las cadenas de suministro para poder reducir los retrasos, mantener los costes bajos, generar una ventaja competitiva, y con ello mejorar la red global de múltiples transportistas, proveedores de servicios y ubicaciones físicas de la amenaza constante de problemas inesperados.
La actual crisis mundial en las cadenas de suministro está obligando a las empresas a gestionar sus métodos de distribución adoptando un enfoque proactivo basado en Big Data y analítica avanzada.
La crisis en las cadenas de suministro ha provocado que cadenas de restaurantes y establecimientos de comida rápida se queden sin ingredientes clave (por ejemplo, Nandos, McDonald's, KFC y Greggs),que exista escasez en las estanterías de los supermercados (por ejemplo, ASDA, Sainsbury's y Morrisons) que se presenten interrupciones en las líneas de productos de los minoristas (por ejemplo, IKEA) y que escasee el combustible.
La inteligencia de localización y la caracterización de zonas por medio de Big Data se están utilizando cada vez más para tomar decisiones de negocio en los sectores retail, inmobiliario, logístico y portuario, entre otros.
Los negocios pueden aprovechar los datos de puntos de interés (POI) para identificar patrones y tendencias de la población y los consumidores, tomando decisiones más inteligentes basadas en datos.
El COVID-19 y el cambio climático han impactado directamente las cadenas de suministro de los sectores e industrias que más derrama económica generan.
Lamentablemente la ficción está alcanzando la realidad, y una pandemia mundial aunada a cambios climáticos repentinos, han incrementado estos problemas a nivel mundial, debido también a imprevistos en rutas logísticas y al exponencial aumento de las compras online, que obligan a las industrias a aumentar la carga de transporte, vehículos, personal y recursos en general.
La selección de ubicación se ha convertido en un punto crítico en el éxito o fracaso de cualquier industria, ya que tiene un gran impacto en el riesgo global de la empresa, así como en los costos de transporte, logística, salarios, alquileres y materias primas, entre otros.
Dónde ubicar las instalaciones industriales es una de las decisiones estratégicas más importantes que deben tomar las empresas.
La última milla es el trayecto de un producto desde la estantería del almacén hasta la parte trasera de un camión y la puerta del cliente, siendo así el paso final del proceso operativo, cuando el paquete llega finalmente a la puerta del consumidor. Además de ser una de las claves para la satisfacción del cliente, la entrega de la última milla es la parte más problemática del proceso de envío.
Es una de las áreas logísticas en las que la Big Data puede tener un impacto real en las operaciones diarias, ofreciendo la oportunidad de optimizar los procesos internos y de controlar mejor los factores externos, desarrollando mejoras cualitativas y cuantitativas en las operaciones, áreas de la cadena de suministro y procesos logísticos, aportando significativas mejoras en las entregas de la última milla.
Identificar si en la cadena logística de las cajas que se utilizan para transporte de bebidas existen posibles usos ilegítimos y detectar los puntos del proceso en los que la probabilidad de hurto sea mayor, son parte de los problemas que pueden resolverse a través de metodologías de inteligencia comercial.
En la actualidad las compañías y los equipos de trabajo toman decisiones y diseñan sus estrategias empresariales por medio del análisis de datos y el uso de soluciones de Inteligencia Comercial elaboradas a la medida.
Bodegas pequeñas que se localicen en sitios estratégicos que sirvan para distribuir con rapidez la mercadería vendida en línea, son el tipo de inmuebles que en este contexto de nueva realidad de negocios han ganado terreno.
Al analizar el mercado guatemalteco, se reporta que una de las regiones geográficas en las que aumenta la actividad productiva de este sector está compuesta por Villa Nueva, Villa Canales y San Miguel Petapa, municipios del departamento de Guatemala que se ubican al sur de la capital del país. Esta área constituye un nodo comercial que se ha desarrollado con rapidez en los últimos años.
Debido al desbalance que enfrentan los flujos comerciales mundiales, las líneas navieras han cambiado sus rutas y prefieren trasladar contenedores vacíos a Asia, situación que genera escasez y provoca alzas en tarifas del transporte y en los precios de las materias primas.
En este escenario de nueva normalidad comercial, los costos operativos de los fletes marítimos se han visto impactados, ya que por las restricciones impuestas en varios países del mundo los contendores han quedado varados.
Disminuir los tiempos de entrega de los productos vendidos por canales digitales y mantener diferentes opciones de abasto y distribución para afrontar escenarios de restricciones comerciales, son algunos de los desafíos que las empresas enfrentan en esta nueva realidad de negocios.
En Centroamérica durante 2020, las empresas debieron ajustarse con rapidez a las exigencias que derivaron de la crisis sanitaria provocada por el brote de covid19, pues las restricciones a la movilización de los consumidores y a las ventas presenciales fueron una constante.
La inversión en la construcción de nuevos puertos es fundamental para que un país como Panamá, cuya economía depende en gran medida del sector logístico, continúe compitiendo a nivel global en los próximos años.
Debido a que cerca de la tercera parte del Producto Interno Bruto panameño es creado por el sector logístico, el desarrollo de esta actividad productiva es de gran importancia para el país.
La obligatoriedad para que las embarcaciones usen combustible bajo en azufre, la escasez de contenedores y la prioridad para despachar insumos médicos y vacunas, son factores que presionarán al alza los costos de los fletes marítimos y aéreos.
Correos y Telégrafos de Panamá invertirá $20 millones en su plan de modernización, que estará enfocado en brindar el servicio de puerta a puerta y entrega de paquetería procedente de todo el mundo.
Según representantes de Correos y Telégrafos de Panamá (Cotel), en la actualidad los paquetes que llegan al país procedentes de Miami demoran en promedio tres días, debido al proceso que se ejecuta.
Después que se superaran las tensiones generadas por las restricciones que impuso Costa Rica al ingreso de transporte carga proveniente de países vecinos, los pilotos costarricenses denuncian que las autoridades de la región lejos de aplicar medidas recíprocas, han establecido "medidas represivas".
Entre el 18 de mayo y el 1 de junio de 2020 en Centroamérica se interrumpió el tránsito libre de mercancía.
Aunque los mercados de la región aún no enfrentan un escenario de desabastecimiento de materias primas o productos, las restricciones impuestas al transporte de carga están destruyendo la cadena logística regional.