En el contexto de un desequilibrio en el comercio y de restricciones decretadas en varios mercados del mundo, las empresas centroamericanas del negocio de confección de vestimenta, están operando y generando ingresos por exportaciones a niveles que sólo les permite subsistir.
Datos de la Oficina de Textiles y Ropa, de la Administración de Comercio Internacional de Estados Unidos, precisan que entre el primer semestre de 2019 y el mismo período de 2020, las exportaciones de la industria textil de Centroamérica a EE.UU. disminuyeron en 34%, al pasar de $17.593 millones a $11.553 millones.
Desde el 1 de enero de 2020 las autoridades nicaragüenses cobran $25 por el trámite electrónico de la Declaración Única Centroamericana de Tránsito, costo que supera en 233% lo pagado hasta finales de 2019.
Hasta el 31 de diciembre del año pasado, la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA) cobraba $7,5 por la Declaración Única Centroamericana en Tránsito (DUCA), pero con la nueva disposición de las autoridades, el costo aumentó en $17,5 para 2020.
Ante la amenaza de una desaceleración de la economía mundial y la posibilidad de que EE.UU. entre en recesión el próximo año, empresarios de la región aseguran que para mitigar los posibles efectos adversos, es clave diversificar los destinos de las exportaciones.
Analistas del mercado aseguran que la desaceleración en la actividad económica de Estados Unidos ya es una realidad, y que sobre lo que aún no hay claridad absoluta, es la posibilidad de que la economía entre en recesión el próximo año. La reciente inversión de la curva de bonos de EE.UU., que históricamente ha sido la señal que alerta una recesión en el corto plazo, podría no significar lo mismo en esta ocasión, aseguran algunas casas de bolsa estadounidense.
Pese a los retos que enfrenta el sector textil centroamericano con la próxima entrada en vigencia del TPP y la competencia asiática, proyectan crecer 8% en 2016.
La principal razón es la decisión del gobierno de Estados Unidos de extender por diez años las ventajas arancelarias que disfrutan las exportaciones nicaragüenses al país del Norte, amparándola frente a la entrada en vigencia del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).
En lo que resta del año Nicaragua solo aprovechará un 30% de los ocho millones de piezas textiles que la UE le asignó por lo que las ventas serán de apenas $2 millones.
Dean García, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección, explicó que al faltar solo un trimestre para cerrar el año las empresas nicaragüenses difícilmente buscarán nuevos clientes europeos.
El precio récord alcanzado por el algodón incrementaría los costos de operación de las empresas en el 2011.
El contrato para entrega en diciembre cerró en $1.2463 la libra el pasado viernes, contra $1.1971 de la semana anterior, señaló Dean García, director de la Asociación Nicaragüense de la industria Textil. En los últimos tres meses el precio ha aumentado un 56%.
La primera propuesta enviada por la UE no satisface las aspiraciones de la industria textil centroamericana.
En el caso de Nicaragua, la cuota ofertada por la Unión Europea no cubre ni siquiera el 10% de las aspiraciones del sector.
"En materia comercial, Centroamérica y la UE han logrado el consenso en torno a las condiciones de acceso a mercados para el 90 por ciento de sus productos, restando el 10 por ciento en que se encuentran productos de interés para el istmo, como etanol, azúcar, piña, carne, lácteos, textiles, entre otros.", reseña Wendy Álvarez Hidalgo en Laprensa.com.ni