Fitch Ratings reporta que los riesgos que enfrenta la banca regional en la actual crisis son crecientes y representan un desafío importante para el año 2009.
La combinación de una menor expansión crediticia, restricciones de fondos y crecientes provisiones por préstamos deteriorados ha limitado las utilidades de la mayoría de bancos y prevemos que esos factores continuarán presionando los resultados de los próximos meses.
Fitch Ratings reporta que los riesgos que enfrenta la banca regional en la actual crisis son crecientes y representan un desafío importante para el año 2009.
La combinación de una menor expansión crediticia, restricciones de fondos y crecientes provisiones por préstamos deteriorados ha limitado las utilidades de la mayoría de bancos y prevemos que esos factores continuarán presionando los resultados de los próximos meses.
Sin importar sus causas, frente al repunte de la inflación, la vieja receta es restringir liquidez, con el aumento de las tasas de interés, y la virtual paralización del crédito.
Así pregonaba la presidenta del Banco de Guatemala (Banguat), en una entrevista publicada en el Periódico ayer, la Junta Monetaria lograría frenar la escalada de precios, traducida en una empobrecedora inflación que supera el 12 por ciento en forma interanual.
La economía guatemalteca se desacelera rápidamente a medida que el consumo de los hogares se reduce debido a los altos precios de los alimentos y combustibles.
El monstruo de la inflación de doble dígito que devastó la economía durante la década de los ochenta y principios de los noventa está de vuelta; el alza imparable de los alimentos y combustibles está mermando aceleradamente la capacidad adquisitiva de los hogares que aportan un 88 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) vía el consumo.