No siempre es así. Si usted tiene una idea que tiene sentido, póngala en práctica aunque esté en contra de lo que la mayoría piensa.
Miércoles 8 de Julio de 2009
Dos economistas ven un billete de $20 tirado en la acera. El primero dice "Ohh, un billete de $20." El segundo responde: "No puede ser un billete real, porque si lo fuera, alguien ya lo habría recogido". Así que ambos siguen caminando, sin levantar el billete.
La lógica de que no hay oportunidades para lograr rendimientos excepcionales porque si existieran esas oportunidades, ya alguien las habría descubierto y casi todo el mundo las habría aprovechado, no sólo es la base de la teoría del mercado eficiente en el mundo de las finanzas, sino que también está increíblemente generalizada en las decisiones de gestión de cualquier tipo de negocios.
Asumir que los comportamientos colectivos generalizados son señales de mercado que necesariamente deben seguirse, puede mantener su negocio relativamente alejado de grandes desastres, pero inevitablemente lo llevarán a ser uno más en la multitud, manteniéndolo alejado de las grandes oportunidades.
La caída del consumo en Europa obliga a las empresas del viejo continente a internacionalizarse y a buscar negocios en mercados hasta ahora despreciados.
Ya no hay mercados pequeños, sea por tamaño o por poder de consumo. Y tampoco el tamaño de las empresas es limitante para que -globalización logística mediante- sus productos se vendan en todo el mundo, o para que compren desde cualquier país.
El mercado global aumenta a razón de 50 millones de nuevos consumidores cada año. ¿Está preparada su empresa para aprovechar las nuevas oportunidades?
Si Herb Meyer está tan acertado con esta predicción del crecimiento del número de los consumidores, como con anteriores predicciones suyas como la del colapso de la Unión Soviética, puede ser muy importante prepararse para lo que Meyer señala como "el cambio más grande que haya ocurrido en la vida sobre la tierra".