Desde el 1 de octubre rige en Guatemala el Reglamento Técnico de Bioseguridad de Organismos Vivos Modificados, el cual permitirá la importación, comercialización y siembra de semillas modificadas conocidas como transgénicas, para consumo humano y animal.
Jueves 24 de Octubre de 2019
Hasta ahora en Guatemala sólo se podían importar alimentos que fueran producto de cultivos con semillas modificadas. Con la entrada en vigencia del reglamento, se autorizará el ingreso de semillas transgénicas con fines de comercialización y siembra.
Autoridades guatemaltecas ya se preparan para regular el uso de este tipo de semillas, pues a través del Acuerdo 270-2019 fue creado el Comité Técnico de Bioseguridad Agrícola de Guatemala (CTBAG), el cual se encargará de evaluar las solicitudes que presenten las empresas para la importación, comercialización, siembra y producción.
Álvaro Ramos, director de Fitozoogenética y recursos nativos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), explicó a Prensalibre.com que "... además se emitió el Acuerdo 271-2019 que establece el manual de procedimientos, el cual se prevé que se publique en el diario oficial durante los próximos días para que cobre vigencia".
Respecto al avance de este tema en otros países de la región, Alejandro Hernández, profesor e investigador de la Universidad Tecnológica de Costa Rica (Tec), precisó que "... Honduras ya tiene desarrollada sus herramientas para organismos vivos modificados (OVM) hace varios años, además de Costa Rica. En el caso de El Salvador trabaja en implementarlo."
A criterio de los productores, con la utilización de semillas modificadas, se abren nuevas posibilidades para aumentar el rendimiento de los cultivos, además de incrementar la resistencia o tolerancia a enfermedades o climas.
JH Biotech, subsidiaria de Jianghuai Horticulture seed Co, dedicada al mejoramiento genético en semillas de productos hortícolas comenzó operaciones en Nandayure, Guanacaste.
Desde Costa Rica, la empresa trabajará en la generación de semillas híbridas de distintas variedades de sandía, melón, calabaza y chiles. En sus laboratorios se realizan procesos de análisis molecular para la constatación de resultados de calidad.
Las cámaras agrícolas de Centroamérica preparan una propuesta con proyectos de ley para que en los países del istmo no se restrinja el cultivo de alimentos transgénicos.
Los representantes de FECAGRO dijeron que el uso de la biotecnología agrícola permite obtener semillas mejoradas con tecnología que hacen posible la alta productividad, reducen el uso de agroquímicos, crean cultivos más resistentes a sequías que además, puedan ser irrigados con agua salina y son totalmente seguras para el consumo humano.
La empresa productora y comercializadora de semillas genéticamente modificadas presentó al gobierno panameño una solicitud formal para comercializar sus productos en el país.
Siguiendo con la estrategia implementada en otros países, Monsanto busca probar la inexistencia de efectos negativos de los transgénicos en el consumo humano y animal, como reseña un estudio desarrollado por la Universidad de California-Davis.
Los productores deberán esperar a la próxima cosecha debido a la no pronunciación del Ministerio de Salud sobre el consumo humano.
Aunque la siembra y cosecha de este producto para consumo animal fue autorizada por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, las autoridades sanitarias no se pronunciaron al respecto, dejando en veremos a 25 productores que esperaban comenzar a sembrar 2.400 hectáreas del grano modificado.