Fuente: Hacienda Pinilla
Hacienda Pinilla es mucho más que un proyecto de vida que comprende alquiler y venta de bienes y servicios. El negocio de la venta, administración y alquiler de inmuebles, restaurantes y actividades diversas para los huéspedes se complementan con la meta de provocar el desarrollo de las comunidades de Guanacaste y de los jóvenes de la provincia.
Existe un departamento designado especialmente para llevar a cabo ese trabajo, el cual sirve bajo el concepto de cabildo. Los cabildos fueron organismos que representaban a las comunidades de la época de la colonia. El concepto fue aplicado a un departamento de la Hacienda Pinilla muy acertadamente, porque la arquitectura tiene mucho que ver con el estilo de la época.
Luis Diego Mendieta J., Enviroment, Farm and Landscape Manager comentó: “Cuando una comunidad manifiesta que quiere desarrollar programas de reciclaje, por ejemplo, pero no sabe cómo hacerlo porque no tienen contactos ni medios para lograrlo, entra nuestro departamento a fungir como cabildo. Somos facilitadores para ellas. En algunas ocasiones, distintos grupos organizados de los pueblos tienen la inquietud de aliviar el impacto que produce su desarrollo en el medio ambiente. Algunas comunidades están preocupadas por reforestar, debido a la cada vez más intensa campaña sobre el recalentamiento global.Otras necesitan asesoría sobre la necesidad de reciclar distintos materiales, para liberar su territorio de la contaminación por la basura que genera el turismo. En Hacienda Pinilla no financiamos todos esos deseos, fungimos como facilitadores. Investigamos, les conseguimos los contactos y lo necesario para que las metas se cumplan.
Los habitantes de San José de Pinilla nos expresaron la necesidad de un puesto de la policía para reforzar la seguridad. Nosotros nos asesoramos con el Ministerio de Seguridad Pública, contactamos distintas empresas privadas para financiar el proyecto, el pueblo donó un terreno y ahora tienen su puesto judicial, el cual también solicitaron Junquillal, Los Pargos y Avellanas. Hacienda Pinilla administra su propio acueducto, el cual ganó el sello de calidad comunitaria, Bandera Blanca, porque el agua es perfectamente limpia y apta para el consumo de los huéspedes, los propietarios y los empleados. Cuando se venda la totalidad de los terrenos, unas 8000 personas se beneficiarán de este esfuerzo empresarial. Se hacen análisis todos los meses y mantiene un estricto sistema de limpieza preventiva. Sin embargo, la labor no se circunscribe a nuestros límites territoriales. Donamos la tubería nueva para la red de distribución del acueducto del pueblo de Hernández. Hacienda Pinilla ha dado el ejemplo, se ha preocupado por la calidad de sus playas y por eso, desde hace cinco años, evidencian su limpieza con la designación de la Bandera Azul. Como empresa hemos sembrado miles de árboles, vamos a las escuelas a reforzar al estudiantado la urgencia de cuidar los recursos naturales”.
Las ideas fluyen, porque si algo le sobra al equipo que conforma este departamento es creatividad y motivación, para bien de las comunidades, del medio ambiente y para mostrar responsabilidad ante las carencias de su entorno. Su capacidad de empresa seria y con credibilidad, le permite ser facilitadora de los proyectos viables, porque es el ingrediente que necesitan quienes colaboran para creer en que su ayuda será aprovechada al máximo y de manera correcta. Por ese motivo, no se puede hablar solo de lo que hicieron, sino de los que están a punto de realizar y los que les espera a mediano plazo. “En este momento estamos organizando una Feria de la Salud para nuestros empleados y sus familias” informó el señor Mendieta.“Contactamos profesionales que quieran donar su tiempo en distintas especialidades: ginecología, odontología, sicología y algunas otras más. Además, van a tener acceso a exámenes como la gastroscopía, por los cuales tendrán que pagar la mitad de su precio normal”.
Mientras esa actividad los mantiene ocupados, un programa paralelo se ve venir, con posibilidades de desarrollarlo: “Supe de un proyecto que se está generando en África, con el cual nosotros pudiéramos soñar también. Se trata de dotar a cada niño del mundo con una laptop. Sería de gran ayuda para la niñez el contar con mejores herramientas para su educación, sobre todo en Guanacaste, donde el acceso a bibliotecas y a libros no es fácil”. Don Luis Diego comentó otra obra que se puede realizar: “El pueblo de San José de Pinilla no tiene iglesia. Hacemos el anteproyecto y, cuando esté aprobado, iniciamos el cronograma por fases. Hacemos estudios del subsuelo, para estimular a la comunidad a dar todo cuanto pueda para lograr la meta. Cubrimos los gastos de los permisos, el Departamento de Planos Constructivos de Hacienda Pinilla colabora con los planos, nuestros ingenieros supervisan la obra, cada una de las firmas de la bitácora es donada, pues nuestros ingenieros no cobran su tiempo, buscamos personas que deseen colaborar con la compra de materiales”.
Laborar para una empresa que no solo se preocupa por hacer negocio, sino que toma en serio su responsabilidad social, tiene un impacto profundo en quienes trabajan para ella. “Trabajar por un salario, sin motivación, es patético. Ser parte de una empresa tan sensible, que dedica parte de su presupuesto a ayudar a las comunidades, no para hacerse publicidad, sino por interés genuino, es un gran orgullo. Ver la sonrisa de los niños, sentir el agradecimiento de los pueblos, provocar su desarrollo, tiene efectos obligatorios: crea un ambiente lleno de compañerismo, todos visten la camiseta de Hacienda Pinilla, genera ideas altruistas.
No deseamos trabajar en otra empresa, porque en la nuestra nos sentimos muy satisfechos y realizados”. Este efecto se refleja en el resto de sus compañeros, quienes tienen el deseo de colaborar con las escuelas dando clases de arte o de motivación. “Hacienda Pinilla, de nuevo, aplicaría el mecanismo necesario para que puedan hacerlo” aseguró el señor Luis Diego Mendieta.
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