Guatemala y el creciente déficit en infraestructura
"Lo más preocupante es que mientras otros países de América Latina están reduciendo sus déficits de infraestructura, el de Guatemala está aumentando."
Jueves 2 de Marzo de 2017
Del reporte "Mayor y mejor infraestructura en Guatemala", del FMI:
Con menos del 1% del PIB, la inversión pública en infraestructura en Guatemala es una de las más bajas de América Latina y los mercados emergentes. El consiguiente déficit de infraestructura limita el futuro crecimiento y nivel de vida del país, repercutiendo especialmente en los hogares más pobres.
Los beneficios de una mayor inversión pública en infraestructura bien focalizada superarían con creces los costos fiscales y fomentarían el desarrollo económico y social de Guatemala. Este es el momento propicio para que el gasto en infraestructura del país aumente de manera significativa.
Importante brecha
Aunque Guatemala ha realizado avances considerables en alcanzar una estabilidad macroeconómica, el crecimiento promedio del producto del 3,25% registrado en la década pasada ha sido insuficiente para sacar a su población de la pobreza imperante.
El país atraviesa una situación de altos niveles de pobreza, desnutrición y desigualdad del ingreso y presenta una de las tasas más altas del mundo de delitos violentos. Si bien el gasto destinado a reducir la pobreza y las reformas de políticas sociales pueden contribuir a resolver alguna de estas necesidades sociales, será fundamental que se acelere el crecimiento económico para reducir en forma perdurable los niveles de pobreza, desnutrición y delincuencia. Actualmente, el potencial de crecimiento de Guatemala se ve limitado por la infraestructura inadecuada.
En la historia reciente, las necesidades de infraestructura que se han estimado superan por un gran margen la inversión efectuada en este rubro. Lo que es más preocupante es que, mientras otros países de América Latina están reduciendo sus déficits de infraestructura, el de Guatemala está aumentando.
Como resultado, el stock de capital nacional en Guatemala es aproximadamente la mitad del de otras economías de mercados emergentes y en desarrollo.
Según el FMI, la economía local se encuentra bien posicionada para apoyar la recuperación y superar el deterioro de los indicadores sociales, que empeoraron a causa de la pandemia que provocó el brote de Covid19.
La fortaleza de las remesas, una especialización productiva resistente a la pandemia, y un apoyo de las políticas económicas sin precedente limitaron la contracción económica en 2020, mientras que las perspectivas para 2021 se benefician del estímulo fiscal adicional de EE.UU., informó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Apoyado por un mayor crecimiento de la economía de EE.UU., mejores condiciones monetarias y un moderado impulso en el gasto gubernamental, el crecimiento debería acelerarse gradualmente hasta alcanzar una tasa de 3,6% en 2019.
La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce la estabilidad macroecónomica que se ha logrado, pero advierte sobre la necesidad de aprobar una reforma fiscal que permita incrementar a por lo menos 15% la carga tributaria respecto al PIB, y destinar esos ingresos adicionales a inversión pública, especialmente en desarrollo social, particularmente educación preprimaria, atención preventiva de salud y mayor cobertura de pensiones.
En una de las regiones que menos cobra impuestos en el mundo, la carga tributaria permaneció relativamente estable en 2017.
Del apartado Panorama Fiscal de Centroamérica, del reporte "Perfiles Macrofiscales: 9a. edición", del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi):
Según datos del BID, el porcentaje de la población que vive en casas deficientes o que no posee una vivienda digna alcanza el 78% en Nicaragua, 67% en Guatemala, 58% en El Salvador, 57% en Honduras, 39% en Panamá y 18% en Costa Rica.
Un estudio del BID indica que más de dos tercios de las familias de Nicaragua, Guatemala, Bolivia y Perú habitan en viviendas deficientes. Brasil y México son los países con los mayores déficits.