Guatemala: Fitch mantiene calificación de deuda

Señalando la incertidumbre e inestabilidad política que vive el país como el principal factor de riesgo para la economía, la calificadora mantuvo en BB la nota y la perspectiva estable.

Lunes 22 de Junio de 2015

Del comunicado de Fitch Ratings:

Nueva York 19 de junio de 2015: Fitch Ratings confirmó que la deuda extranjera a largo plazo de Guatemala y la emisión por defecto en moneda local (IDR) mantiene una calificación de 'BB' con perspectiva estable. Las calificaciones de emisión de bonos de alto nivel extranjero no garantizada y en moneda nacional de Guatemala también se confirman en 'BB'. El "techo" se ratifica en 'BB +' y el IDR de corto plazo y en moneda extranjera, en 'B'.

Factores claves para la evaluación

Las calificaciones de Guatemala y la Perspectiva Estable reflejan los siguientes factores:

Se espera que el crecimiento económico de Guatemala se explique por una combinación de factores cíclicos y estructurales. El crecimiento alcanzó el 4,2% en 2014 y podría promediar 4% en 2015-2017, frente a una media de 3,4% en 2010-2013. Incrementos en el salario real, remesas de trabajadores en EE.UU. fortalecidas y la caída de los precios del petróleo apoyarán el consumo privado. La inversión de la minería, la agroindustria y la electricidad ha aumentado la productividad y la diversificación de las exportaciones. Sin embargo, la debilitada confianza producto de la incertidumbre a nivel político conlleva riesgos en la perspectiva a mediano plazo. El crecimiento del ingreso per cápita de Guatemala sigue siendo bajo, lo que refleja la persistencia de las limitaciones estructurales en las bajas tasas de ahorro, la delincuencia y las deficiencias de capital humano.

Las expectativas de inflación se mantienen dentro de la meta (4% + / - 1 pp) y las medidas de inflación subyacentes han caído por debajo de la cota inferior del 3%. La dinámica de inflación moderada han permitido al Banco Central (Banguat) bajar su tasa de política en 175 puntos básicos desde mediados de 2013, en cumplimiento de su régimen de metas de inflación, aunque los mecanismos de transmisión siguen debilitados por los mercados de capitales subdesarrollados y la dolarización financiera. Las entradas corrientes y en la cuenta de capital llevaron el quetzal apreciarse en 2014, por lo que tuvo que intervenir el Banguat en el mercado de divisas a través de su mecanismo. El sector bancario mantiene una adecuada capitalización, calidad de activos y liquidez. El crecimiento del crédito ha sido robusto y aumenta más rápido en los préstamos en moneda extranjera, en su mayoría ha sido financiado mediante la emisión externa y otorgado a empresas con ingresos vinculados o denominados en dólares, lo que mitiga los riesgos de desprendimiento de monedas y de crédito.

Fitch espera que el déficit de cuenta corriente se estreche del 2,4 % en 2014 hasta el 1,9% del PIB en 2015-2017, impulsado por el crecimiento en los volúmenes de exportación, remesas y más precios bajos de las importaciones de petróleo. Las necesidades de financiamiento externas están bien cubiertas por la amplia base de inversión extranjera directa y el endeudamiento soberano de los organismos multilaterales. El índice de liquidez externa de Guatemala sigue siendo uno de los más altos de la categoría 'BB', debido a las amortizaciones moderadas y deuda externa a corto plazo, la baja participación de foráneos en los mercados financieros locales, y las suficientes reservas de divisas.

Las finanzas públicas demuestran debilidad estructural, a pesar de una reducción sostenida del déficit y el cumplimiento de los objetivos presupuestarios en los últimos años. La base de ingresos es la más baja en la categoría 'BB' con el 11,5% del PIB en 2014, lo que refleja un esfuerzo fiscal débil resultante de exenciones, fallos judiciales adversos y el fraude. Recientes investigaciones de corrupción han revelado deficiencias institucionales en la operación de la Superintendencia de Administración Tributaria. El gasto público es bajo y rígido, porque en el Congreso existen retrasos en la aprobación de presupuestos, por lo que se ha llegado a drásticos recortes de gastos. Estos problemas limitan la capacidad de las autoridades para hacer frente a las necesidades sociales y de infraestructura y llevar a cabo políticas anticíclicas.

Fitch espera que el déficit fiscal de amplié del 1,9% en 2014 al 2,1% del PIB en 2015-2017, manteniéndose muy por debajo de la mediana de 'BB' del 4%. La suspensión judicial de un nuevo impuesto a las telecomunicaciones genera una brecha fiscal en 2015, más las regalías mineras presupuestadas que se materializarán hasta 2016, aunado al débil cumplimiento. Las autoridades podrían abordar esta brecha principalmente a través de recortes de gastos, así como el endeudamiento interno adicional y la acumulación de deuda atrasada con los proveedores. El bajo-presupuesto del servicio de la deuda para 2015 también incluirá, un mandato legal para priorizar la asignación de los ingresos fiscales para atender las obligaciones de la deuda.

Fitch prevé que estos déficits levanten poco a poco la deuda pública del 22% del PIB en 2014 al 25% en 2020. Esta carga de la deuda se mantiene por debajo de la mediana de 'BB' de 40%, pero su nivel más alto como porcentaje de los ingresos refleja la estrechez de la base tributaria. Las necesidades de financiamiento están bajo el 3,4% del PIB en promedio en 2015-2017, y los riesgos son mitigados por el acceso sostenido a los prestamistas multilaterales, las condiciones de financiamiento favorables en el mercado doméstico de bonos, y la ausencia de las amortizaciones de los bonos externos hasta 2022.

La incertidumbre política ha aumentado antes de las elecciones generales previstas para el 06 de septiembre. Revelaciones de fraude han dado lugar a la detención y renuncia de los funcionarios públicos de alto nivel, también aumentaron las protestas contra la corrupción y cayó fuertemente el apoyo al presidente Otto Pérez. Las respuestas sociales y políticass se han mantenido tranquilas, dentro de los canales institucionales hasta ahora. Los legisladores están considerando una serie de propuestas para fortalecer la gobernabilidad en varias áreas (financiamiento de campañas, democracia interna de los partidos, leyes electorales), pero el progreso en estas iniciativas aún no está claro. La estabilidad macroeconómica se ha preservado. Un sistema de partidos fragmentado y un Congreso dividido probablemente podrían retrasar la formulación de políticas y la agenda de reformas del próximo gobierno.


SENSIBILIDAD DE CALIFICACIÓN

La perspectiva estable refleja la opinión de Fitch de que los riesgos al alza y la baja para la calificación son globalmente equilibrados. Los principales factores de riesgo que individual o colectivamente podrían desencadenar una acción de calificación son:

Negativo:

Escalada: del malestar político o social que lleva a la incertidumbre macroeconómica y la política;
Elevación: del déficit fiscal o baja en el crecimiento que resulta del deterioro de la dinámica de la deuda en relación con sus vecinos;
Reducción: de las reservas internacionales y las interrupciones a las fuentes externas de financiación.

Positivo:

Mejoras: en la recaudación de impuestos y mejoras en la flexibilidad de la política fiscal;
Las tasas de inversión: elevadas y con perspectivas de crecimiento económico;
Progreso: en el levantamiento de las normas de gobierno y los indicadores de desarrollo humano en relación con sus vecinos.


SUPUESTOS CLAVE
--Fitch Supone una transición ordenada de gobierno se llevará a cabo después de las elecciones presidenciales, parlamentarias y locales, y que las protestas contra la corrupción seguirán siendo pacíficas.

--Fitch Pronostica en la economía y el comercio, flujos de remesas que beneficiarán al país, también que Guatemala favorecerá de precios internacionales más bajos del petróleo (USD65 / bl en 2015 y USD75 / bl en 2016) y el crecimiento de apoyo en los EE.UU.

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