En este contexto regional de crisis económica, caída en los ingresos fiscales y aumento del endeudamiento público, se prevé que en 2021 el nivel de deuda de Costa Rica escalará a 75% como porcentaje de su PIB, y en el caso de El Salvador, el indicador podría superar el 85%.
Miércoles 19 de Agosto de 2020
El brote de covid19 en Centroamérica obligó a los gobierno a declarar severas cuarentenas domiciliares y a restringir varias actividades económicas, restricciones que en algunos casos aún se mantienen, después de cinco meses de crisis sanitaria y económica.
Este escenario ha propiciado la caída de la actividad económica, la merma en los ingresos públicos y el aumento del endeudamiento de los gobiernos, que han tenido que buscar recursos financieros para hacerfrente a la crisis.
Según el informe "Centro América: pandemia de coronavirus afectará cuentas fiscales e indicadores de deuda", elaborado por la agencia calificadora de riesgo Moody's y publicado el 18 de agosto, Costa Rica y El Salvador serán los países de la región que tendrán la menor flexibilidad en sus finanzas públicas para enfrentar los efectos negativos de la crisis económica.
Explica el documento que "... el espacio fiscal disminuyó para todos los soberanos centroamericanos, Costa Rica y El Salvador en las posiciones más débiles. Evaluamos el espacios fiscal observando la evolución de la deuda pública y la carga de intereses a largo plazo".
La agencia calificadora de riesgo prevé que las finanzas costarricenses y salvadoreñas tendrán durante 2021 los mayores desequilibrios entre ingresos y gastos.
Gabriel Torres, analista de Moody's, dijo a Nacion.com que en el caso de "... Costa Rica aumentó su deuda en años de buen crecimiento, de vacas gordas. Ahora estamos en período de vacas flacas y requiere un ajuste fiscal, bajar el déficit".
Torres añadió que "... 'en 2021, esperamos que los gastos disminuyan a medida que cede la pandemia, aunque se mantendrá por encima de los niveles previos a la crisis sanitaria".
De acuerdo a las proyecciones de Moody's, para el próximo año la relación deuda/PIB de Panamá alcanzará el 55,7%, la de Nicaragua 48,6%, la de Honduras 44,4% y la de Guatemala escalará a 33,8%.
Después de que la administración Alvarado decidiera dar marcha atrás a la propuesta para negociar un préstamo de $1.750 millones con el FMI, se pronostica que el próximo año el gobierno dependerá de la deuda interna para financiar sus gastos.
Argumentando que tiene un largo historial de políticas monetarias y fiscales conservadoras, así como una demostrada resiliencia económica a choques internos y externos, la agencia decidió mantener en Ba1 con perspectiva estable la calificación de riesgo crediticio.
Moody’s indicó que el nivel de deuda pública se incrementará en 2020 como resultado de la pandemia producida por el covid19.
La calificadora decidió mantener en B2 la nota de emisor de largo plazo, pero cambió de estable a negativa la perspectiva de riesgo, argumentando que existen mayores riesgos para el financiamiento del país derivado del aumento en los requisitos para el endeudamiento.
La afirmación de la calificación B2 de Costa Rica tiene en cuenta los niveles de riqueza del soberano por encima de sus pares y su economía dinámica.
La agencia calificadora explicó que el deterioro de las finanzas públicas generado por la pandemia, es la causa del cambio de estable a negativa, en la perspectiva de calificación de riesgo de la deuda.
La Perspectiva de Calificación Negativa refleja el deterioro en las métricas de sostenibilidad de la deuda como resultado de la ampliación del déficit fiscal y la contracción económica, así como las restricciones financieras derivadas de una mayor dependencia de la deuda a corto plazo, un alcance limitado para financiamiento adicional del mercado local y un acceso incierto al exterior financiación del mercado dados los altos costos de los préstamos. Sin embargo, la financiación multilateral puede ayudar a aliviar las limitaciones de endeudamiento este año, informó Fitch Ratings.