Las empresas nicaragüenses enfrentan dificultades para encontrar empleados de 24 años o menos con las competencias socioemocionales y académicas que requieren.
Martes 25 de Octubre de 2016
Del resumen ejecutivo del documento "Competencias que demandan las empresas en Nicaragua", elaborado por Funides:
A nivel internacional se han realizado estudios que no han encontrado relación entre años de estudio y el crecimiento económico, por lo que la discusión ha girado de la escolaridad hacia la calidad de la educación, como elemento clave para el crecimiento económico.
Dada la importancia de la educación para la productividad de la economía, en el marco de la agenda de investigación de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), se ha desarrollado un estudio complementario sobre las competencias que las empresas demandan de los jóvenes.
En Nicaragua, los jóvenes tienen una tasa de desempleo elevada, mientras las empresas indican que el principal problema que enfrentan para contratar jóvenes de 24 años o menos, es que los aplicantes carecen de las competencias requeridas.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) plantea que la facilidad con la que los jóvenes ingresan al mercado laboral sugiere cuán relevantes son para las empresas las competencias que han adquirido durante su educación.
Para analizar cómo la educación puede fortalecer su aporte a la inserción laboral de los jóvenes, FUNIDES, en conjunto con la Asociación de Ejecutivos de los Recursos Humanos de Nicaragua (AERHNIC), encuestó a gerentes de recursos humanos de 93 empresas del país, con más de 17,000 trabajadores, de estos 4,000 menores de 25 años y más de 3,000 en los cargos en los que se centró la encuesta, sobre cuáles son las competencias más importantes y las más difíciles de conseguir para ellas.
Las empresas indicaron que las competencias socioemocionales, aquellas relacionadas con las actitudes y los valores de las personas, son de las más importantes para ellas, por encima de competencias técnicas y cognitivas. Es más, las cinco competencias más importantes son todas socio-emocionales: 1) que sea honesto; 2) que cumpla con normas de conducta básicas de la empresa; 3) que demuestre entusiasmo por el trabajo/tareas que realiza; 4) que sea capaz de respetar y escuchar a sus superiores; y 5) que demuestre capacidad de trabajo en equipo. A su vez, las competencias socioemocionales son de las más difíciles de encontrar entre los jóvenes para las empresas. Aunque por nivel educativo y por área de desempeño estas cambian.
La importancia que supone para las empresas estas competencias y la dificultad en encontrarlas indica que el sistema educativo no está teniendo capacidad de reaccionar a las nuevas demandas del mercado laboral. Como es de esperarse, las competencias exigidas en cargos para licenciados son mayores que en cargos para bachilleres. Pareciera que la universidad en alguna medida logra reducir brechas entre la oferta y demanda de competencias cognitivas y técnicas, no así en socioemocionales e inglés.
Sin embargo, resulta difícil determinar con exactitud en qué parte, esto se debe al aporte de la educación universitaria, y en qué parte a que son los más hábiles los que llegan a niveles educativos más altos. Responder esta pregunta requeriría de un análisis posterior. Sin embargo, desde ya plantea un reto para las universidades en el desarrollo de competencias socio-emocionales entre sus egresados.
También encontramos que el promedio académico no es una señal relevante de las competencias del aplicante para las empresas. Esto las obliga a realizar pruebas de evaluación, volviendo los procesos de búsqueda y contratación más costosos, en términos de tiempo invertido, tanto para las empresas como para los aplicantes, y refleja la poca confianza de las empresas en la formación de competencias en el sistema educativo.
Ello representa una ineficiencia económica que llama a la reflexión sobre políticas públicas que podrían fortalecer la pertinencia y credibilidad de las cualificaciones. Por otro lado, una alta rotación de trabajadores también implica costos a las empresas, asociados a la búsqueda y selección de los nuevos trabajadores y a su aprendizaje en el puesto. Una permanencia promedio relativamente baja en un puesto, puede tener implicaciones para la capacitación de los trabajadores, sobre todo para los trabajadores con menor nivel educativo donde la rotación es mayor.
Las competencias socio-emocionales no solo son importantes a la hora de encontrar un empleo, también inciden en la permanencia de los trabajadores. En promedio, la principal causa de despido es por incumplimiento del reglamento interno de la empresa, lo cual está asociado a las competencias socio-emocionales, en tanto la principal causa de renuncia es por mejores oportunidades laborales, lo que puede enviar una señal a las empresas sobre la percepción de crecimiento de los trabajadores en las empresas.
En general, los gerentes de recursos humanos no creen que el sistema educativo esté preparando a los jóvenes con las actitudes y competencias que las empresas requieren. El entrenamiento de su fuerza laboral es un reto clave para Nicaragua.
En la medida que la economía nicaragüense continúe creciendo se requerirá de una fuerza laboral cada vez más capacitada, en tanto el país busque atraer inversiones que generen empleos que requieran a trabajadores más calificados y los empleos existentes adquieran un mayor nivel de complejidad conforme la economía siga desarrollándose. De lo contrario, la educación de la fuerza laboral constituirá un obstáculo cada vez mayor para el desarrollo de las empresas y el país.
En Panamá cuatro de cada diez empresas no lograron encontrar los candidatos ideales en el momento en que los necesitaban.
Datos de Manpower señalan que a nivel mundial la escasez de talento ronda el 40%, en Colombia el 50% y en Panamá el 36%. Mónica Flores, presidenta del grupo para la región, afirmó que "...
Las empresas batallan para conseguir empleados con competencias en tecnologías de información, programación y trabajo en redes, electricidad, elaboración y ensamblaje de piezas médicas.
El estudio Escasez de Talento (2014) de Manpower señala que "... el 51% de 620 empleadores costarricenses consultados asegura no encontrar profesionales idóneos para desempeñar las tareas que requiere su empresa." La causa principal, según los contratistas, es la carencia de competencias técnicas.
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En un año el número de empresas que dijo haber encontrado dificultades para cubrir puestos vacantes creció 11%, según cifras de la encuesta realizada por la firma de recursos humanos Manpower, que señala que "...cinco de cada 10 empleadores buscando talento han tenido dificultades para llenar sus vacantes en 2014".
Empresarios señalan mayores dificultades para encontrar mano de obra calificada.
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