El nuevo gobierno en El Salvador mantiene casi el mismo equipo ministerial de la administración Funes, asegurando la continuación del deterioro de la economía del país y su poca elegibilidad para la inversión.
Jueves 22 de Mayo de 2014
EDITORIAL
Afortunadamente la "desdolarización" está fuera de la consideración del presidente electo Sánchez Cerén, que, tal como lo lamentó el próximo mandatario, implica que "no se pueda recurrir a una política monetaria". Nuestra opinión es -por el contrario- que la dolarización formal vigente en El Salvador es una barrera que impide mayores desaguisados fiscales del gobierno.
Un artículo en Estrategiaynegocios.net reseña que "El gabinete de Sánchez Cerén refleja continuidad respecto al Gobierno saliente que preside su copartidario Mauricio Funes, con la ratificación de cuatro de los 13 ministros y con el ascenso de dos viceministras a ministras, entre otros. Los otros ministros y viceministros son diputados del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y profesionales de sectores “amigos” del partido en el poder, según el mandatario electo."
El último Informe de Coyuntura Económica de FUSADES señala que "el crecimiento de la economía salvadoreña en los últimos 5 años promedió el 0,8%."
Las estadísticas señalan a El Salvador como el país centroamericano con menor crecimiento económico y con menor recepción de inversión extranjera.
Incluso el programa Fomilenio de los Estados Unidos se mantiene desde hace un año a la espera de las reformas prometidas en las Leyes de Asocios Privados y de Lavado de Dinero, para liberar $277 millones en ayuda para el desarrollo productivo del país.