De cómo asegurar la pobreza eterna de los indígenas

En Costa Rica un proyecto hidroeléctrico de 650 MW en el que ya se han invertido $129 millones, tiene 20 años sin avances, a la espera de un "diálogo intercultural" que ni siquiera ha comenzado.

Martes 15 de Diciembre de 2015

EDITORIAL

El problema no es que se construya sin diálogo previo infraestructura en territorios indígenas. No es tampoco que el diálogo sea infructuoso. Ni siquiera hay planteado un conflicto. Simplemente no hay diálogo que encauce las negociaciones con las pequeñas tribus originarias para la utilización de parte de su territorio par ala construcción de una hidroeléctrica vital para el desarrollo de toda Costa Rica, incluyendo esos mismos habitantes originarios.

El proyecto hidroeléctrico El Diquís fue concebido en 1996 para ser la represa más grande del país, y probablemente de Centroamérica, con capacidad para generar hasta 650 MW. Su concreción es fundamental para asegurar la prevalencia de la utilización de recursos renovables en la amatriz energética del país. Sin embargo, y pese a que el Instituto Costarricense de Electricidad ya ha invertido más de $100 millones en estudios y análisis, el proyecto está condicionado a un "diálogo intercultural con los pueblos indígenas de la zona", al cual "no pueden imponerse plazos". Lo más grave es que ese diálogo ni siquiera ha comenzado, por lo que fácilmente podrían pasar otros 20 años sin que progrese un proyecto fundamental para el desarrollo del país.

Reseña Nacion.com que "... Pasadas cinco administraciones (desde 1996), ni siquiera se conoce una guía o protocolo para cumplir con ese proceso, que allanaría el camino para la construcción de El Diquís. A la fecha, ni la Defensoría, ni el ICE, ni los indígenas de la zona, conocen la ruta a seguir. Voceros de Casa Presidencial, sin embargo, afirman que ya se inició el proceso para definirla. Aunque la viceministra de la Presidencia, Ana Gabriel Zúñiga, estima que no se puede imponer un plazo, afirmó que se procurará hacerlo pronto."

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