Un acuerdo entre el gobierno y la comunidad indígena de la zona pondría fin a un conflicto que generó pérdidas por más de $20 millones a la concesionaria.
Lunes 22 de Agosto de 2016
Del comunicado de Presidencia de Panamá:
La firma de un acuerdo sobre la incompatibilidades del proyecto Hidroeléctrico de Barro Blanco pone de relieve la manera como el Gobierno del Presidente Juan Carlos Varela ha enfrentado los retos de la Comarca Ngabe Buglé: en lugar de la confrontación y el abandono característicos de administraciones pasadas, una política de diálogo y un fuerte plan de inversión pública.
El Diálogo sobre Barro Blanco se dio simultáneamente a la planificación y el desarrollo de un Plan Quinquenal de Inversiones Públicas con 187 proyectos por más de B/.335 millones levantado junto a la dirigencia indígena y ejecutado por distintas entidades de Gobierno.
El Plan de Inversión en la Comarca se sustenta en la medida que arriba del 89% de su población vive en situación de pobreza, afectando de manera particular a la población infantil. Además, persiste el reto de cobertura y calidad de los servicios básicos, especialmente infraestructura de agua y saneamiento, salud y educación.
La Comarca Ngabe Buglé es la comarca indígena más poblada de todo el país y mantiene la mayor tasa de natalidad.
Actualmente, la Administración Varela desarrolla proyectos de infraestructura vial, de agua y saneamiento, electrificación rural, vivienda, educación, y salud materno infantil por un monto de B/.133 millones.
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La concesionaria del proyecto hidroeléctrico asegura no ser parte del acuerdo anunciado por el gobierno y no descarta tomar acciones legales para proteger su inversión.
Del comunicado de Genisa Generadora del Istmo:
Ha transcurrido aproximadamente un año y medio desde que el Gobierno Nacional decidió instaurar una mesa de diálogo con la Comisión Indígena en torno al proyecto Barro Blanco.
La propiedad de Barro Blanco será traspasada a un fideicomiso que contratará una empresa para operar la central hidroeléctrica, y Genisa deberá recibir el repago de su inversión en el proyecto.
Por su parte la concesionaria del proyecto hidroeléctrico asegura no ser parte del acuerdo anunciado por el gobierno y no descarta tomar acciones legales para proteger su inversión.
Mientras el gobierno insiste en convencer a las comunidades indígenas para que levanten el bloqueo, la concesionaria ve amenazada su inversión.
EDITORIAL
A cuatro semanas de que grupos de pobladores e indígenas de la zona bloquearan el acceso a las obras del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, el presidente Varela insiste en el diálogo -hasta ahora "sordo"- como mecanismo para resolver el conflicto, que ha mantenido las labores paralizadas durante 5 meses, sin tomar las medidas que afirmen el imperio de la ley y la seguridad jurídica, de las inversiones, y de los planes de desarrollo nacional, en este caso el de energía.
Pero el gobierno también anuncia que no será la actual concesionaria la que termine el proyecto, sino que se buscará una nueva empresa para que continúe su desarrollo.